El senador nacional de la Unión Cívica Radical (UCR), Víctor Zimmermann, expresó a EL LIBERTADOR su optimismo sobre la posible incorporación de las propuestas de la oposición en la Ley de Bases y el Paquete Fiscal por parte del oficialismo.
No obstante, prefirió no adelantar juicios sobre la aplicación de las iniciativas presidenciales, subrayando que la delegación de poderes sigue siendo un punto delicado.
«Es muy prematuro para saber cómo afectará la Ley de Bases porque primero propusimos varias modificaciones desde el bloque de la UCR, en defensa de las provincias del Norte y de la institucionalidad. Debemos esperar a ver cómo se sanciona finalmente y si se incluyen todas nuestras propuestas, aunque nos han dicho que muchas serán incorporadas», explicó el Senador.
ESPERAR
Y OBSERVAR
Zimmermann indicó que, incluso de ser aprobada, será crucial observar cómo se implementa la ley en la práctica, especialmente en lo que respecta a la reforma del Estado y las facultades delegadas en el marco de la emergencia. «Hoy es prematuro evaluarlo. No puedo hacer futurología. Espero que se incorporen nuestros aportes, no todos, porque somos de la oposición, pero somos propositivos», sostuvo, y comentó: «Creo que la ley se va a mejorar mucho y finalmente avanzaremos en estas cuestiones».
DEVOLUCIÓN
Además, el Senador destacó la importancia de la Ley de Bases en relación con las cuestiones fiscales, particularmente para el Chaco y el Norte argentino. «Es central porque se estarían devolviendo recursos que, de alguna manera, nos fueron quitados», concluyó.
Seis meses de debate
El Gobierno central confía en que la Cámara de Diputados, más «amigable» que el Senado, ratifique completamente las modificaciones acordadas en la Cámara alta, permitiendo así exhibir las dos primeras leyes sancionadas de la gestión de Javier Milei. Sin embargo, un cabo suelto amenaza esta estrategia: la posibilidad de que los senadores rechacen la restitución del Impuesto a las Ganancias.
Si una mayoría en el Senado elimina del proyecto de reformas fiscales la reposición de este tributo, el oficialismo en Diputados no tendrá más remedio que reabrir el debate del articulado cuando el texto retorne a la Cámara baja para intentar reincorporarlo. Esta es una instancia que el Gobierno preferiría evitar en su afán de concluir el trámite legislativo lo antes posible, ya que este ha consumido casi seis largos meses. La amenaza de una nueva demora, esta vez en Diputados, sería una pésima señal en términos de la gobernabilidad.
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