Las ventas minoristas de las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes) experimentaron una contracción en mayo, marcando una caída del 2,9 por ciento a precios constantes en comparación con el mismo mes del año anterior. A su vez, en la comparación mensual desestacionalizada, se registró una baja del 0,7 por ciento respecto a abril. A pesar de esta retracción reciente, el balance de los primeros cinco meses del año arroja un crecimiento acumulado del 11 por ciento en contraste con el mismo período de 2024.
El informe elaborado por la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) refleja un contexto comercial caracterizado por una mayor cautela en el consumo, que tiende a concentrarse en productos esenciales. En los últimos meses, se ha observado una leve retracción en la actividad, marcada por una menor disponibilidad de recursos en los consumidores, ajustes de precios y mayores exigencias operativas para los comerciantes. Esta tendencia se manifiesta en compras más medidas, una circulación algo reducida en los centros comerciales y una creciente competencia tanto del canal online como de formatos informales.
En este escenario, las expectativas de los empresarios Pymes presentan un panorama mixto. Una porción significativa, el 49,2 por ciento, cree que la situación económica de su empresa mejorará en el plazo de un año, mientras que solo un 9,3 por ciento proyecta un empeoramiento. Esta mirada a futuro contrasta con la percepción sobre la situación actual, donde, en comparación con el año anterior, el 58,3 por ciento de las empresas indicó que su economía se mantuvo, un 28 por ciento expresó estar peor y un 13,6 por ciento notó una mejora. Sin embargo, esta visión no se traduce en un impulso inversor inmediato: el 55,9 por ciento de los consultados considera que no es un buen momento para realizar inversiones, frente a un escaso 14,4 por ciento que opina lo contrario.
RUBROS
El análisis desagregado por rubros muestra que, de los siete grandes sectores relevados, solo dos lograron un crecimiento interanual en mayo. El sector de Perfumería fue el que registró el mayor dinamismo con una suba interanual del 5,2 por ciento, aunque con una leve caída mensual del 0,9 por ciento. Los comerciantes del rubro destacaron que la estabilidad del dólar aportó previsibilidad en los precios y les permitió mejorar su competitividad, con expectativas de un repunte asociado a las ventas por el Día del Padre.
El otro sector con cifras positivas fue Farmacia, que creció un 1,5 por ciento interanual y un 3,6 por ciento en la comparación con el mes anterior. A pesar de ser un rubro de primera necesidad donde la demanda se mantiene, los comercios del sector señalan que persiste la incertidumbre, especialmente por las dificultades con las obras sociales.
Por otro lado, la categoría de Alimentos y bebidas registró una de las caídas más pronunciadas, con un descenso interanual del 7,6 por ciento y una baja mensual del 0,9 por ciento. Si bien algunos negocios conservan clientela fiel, el aumento de precios en productos clave ha provocado una reducción en el volumen de compra y un desplazamiento hacia opciones más accesibles.
El rubro de Bazar, decoración, textiles para el hogar y muebles mantuvo sus ventas en niveles similares a los del año anterior, con una variación interanual del 0 por ciento, aunque experimentó una caída mensual del 3,8 por ciento. Los comerciantes atribuyen esta desaceleración a la falta de crédito accesible y a la postergación de compras no esenciales.
En el sector de Ferretería, materiales eléctricos y de la construcción, las ventas cayeron un 2,6 por ciento interanual, aunque mostraron una recuperación del 2,6 por ciento frente al mes de abril. La situación del rubro sigue siendo compleja, con márgenes mínimos, alta carga impositiva y la afectación por la competencia informal.
Para Textil e indumentaria, se observó una contracción del 1,6 por ciento respecto a mayo de 2024 y del 0,6 por ciento en la comparación mensual. El nivel de ventas se encuentra por debajo de lo esperado, influido por la pérdida de poder adquisitivo y la competencia de canales informales y del comercio con países vecinos.
Finalmente, Calzado y marroquinería presentó una leve caída interanual del 0,5 por ciento, pero con un dato mensual positivo del 2,4 por ciento. El sector atraviesa un escenario de contracción general, con la rentabilidad erosionada por los costos fijos y promociones exigentes.
CAUTELA Y
ADAPTACIÓN
En el comercio minorista persiste un escenario de cautela, con sectores que enfrentan caídas en las ventas, márgenes estrechos y dificultades para sostener la rentabilidad. A pesar de los esfuerzos por adaptarse con ventas online, promociones o financiamiento, predomina la incertidumbre y muchos comercios recurren a liquidaciones anticipadas o reducen inversiones. El sector comercial en su conjunto espera señales de mayor previsibilidad y medidas que impulsen la demanda para poder revertir la tendencia actual.