El viernes en la noche, lo que parecía un trabajo de rutina para un grupo de policías de la Capital terminó con una batalla campal con varios vecinos de un barrio. Estas personas intentaban evitar la demora de un joven que momentos antes escapó corriendo tras ver a los uniformados y arrojar la moto en la que se desplazaba. Los oficiales debieron pedir apoyo para disipar el ataque y reducir al sospechoso.
Fuentes policiales detallaron que todo se inició alrededor de las 23.30 cuando los efectivos del Destacamento San Marcos hacían sus tareas de prevención en inmediaciones de las calles Centeno entre Ricardo Gutiérrez y Río Limay. En esa zona pudieron observar al joven en cuestión, quien se movilizaba en una motocicleta de 110 cc. Pero cuando esta persona vio a los uniformados arrojó de manera sorpresiva el rodado y comenzó a correr.
Los policías persiguieron al sospechoso, pero los sorprendió el ataque de unos vecinos del lugar que trataban de impedir el procedimiento. Ante la hostilidad de estas personas, los oficiales pidieron la colaboración de sus pares del Grupo de Respuesta Inmediata Motorizada 5, que llegaron a los pocos minutos y, además de ayudar a disipar el ataque, permitieron que se concrete la demora del sujeto que había intentado escapar momentos antes.
El joven cuya identidad no se dio a conocer, resultó tener 23 años. «Además tras las averiguaciones correspondientes se determinó que el mismo poseía antecedentes delictivos», agregaron las fuentes.
En cuanto a la motocicleta, los oficiales investigan la procedencia. El rodado fue secuestrado y junto con el demorado, fueron puestos a disposición de la Justicia y trasladados hasta la Comisaria jurisdiccional 7ª a fin de continuar con las diligencias correspondientes del caso.
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