El gobernador Gustavo Valdés encabezó este jueves, junto a la intendente local Lorena Kowacs, el acto por el 101° aniversario fundacional de Colonia Liebig.
El evento tuvo lugar en la plaza central frente a la sede del municipio y allí destacó la importancia de la producción e industrialización del lugar, principalmente de la yerba mate, instando a continuar la senda del progreso de esta manera. Tras el acto, se inauguró el enripiado de las rutas provinciales 73 y 74.
En el acto central en plaza San Martín, tras el izamiento de las banderas a cargo de las autoridades, se realizó también una invocación religiosa y se colocaron ofrendas florales al pie del Baúl de los Recuerdos, para invitar a los vecinos a ofrecer un minuto de silencio en memoria de los fundadores fallecidos.
Entre los oradores, tomó la palabra Daniel Drendak, como representante de los descendientes de los inmigrantes, así como también dirigió sus palabras a los presentes Christian Kegler, cónsul de Alemania; la intendente Lorena Kowacz y el gobernador Gustavo Valdés;
“Aunque nunca nada es fácil, más difícil es comenzar a construir una sociedad, y eso fue lo que le tocó a los inmigrantes que se establecieron en esta zona”, dijo Valdés.
A lo que agregó: “Seguramente tuvieron muchos sueños y millones de dificultades, pero después de 100 años de sueños, podemos ver que construyeron esta sociedad”, destacó. Y en ese sentido, instó a “pensar hacia adelante, trazándose metas y objetivos firmes, es lo que tenemos que hacer”.
El gobernador valoró el “destino que forjaron en 100 años, con la plantación y la industrialización de la yerba mate. Lo lograron: esta cooperativa nos llena de orgullo a los correntinos”, sostuvo.
“Tenemos que apostar por otros 100 años y darle más potencia, ya que son las tierras que más crecen en la provincia. Se forjaron en ese crisol de razas que tiene la República Argentina, no solo las llegadas desde Europa porque había guerras o no tenían futuro, sino también la sangre guaraní”, recordó.
A la vez, resaltó que “tenemos un gran desafío: lograr nuestro desarrollo, eso que soñaron nuestros padres y abuelos. Esto que se hizo en Colonia Liebig es obligación de nuestra patria: construir ese futuro. La única manera de progresar es produciendo e industrializando. Porque no hay nada regalado que nos pueda llevar al progreso. Y el triunfo es únicamente colectivo”, remarcó.
Al final, instó a poner acento “en la educación, sino es imposible progresar. Apuesten a que los próximos gobernantes electos tengan la claridad suficiente para guiar hacia ese camino, hacia ese destino”, sostuvo.