Los incendios registrados en las zonas forestales del Noreste de Corrientes fueron dramáticos en los últimos dos años, potenciado por la imprudencia en zonas rurales, las condiciones extremas de peligro de propagación y el déficit hídrico por la prolongada sequía, hicieron estragos, generando a los productores pérdidas económicas millonarias e impactando en la producción de resina con destino a exportación, un segmento de la cadena foresto industrial que venía en proceso de crecimiento y expansión, que llegó a ocupar el tercer lugar de importancia en las exportaciones correntinas.
Una consecuencia del cambio climático fue la sequía. Estas condiciones favorecieron a la aparición de plagas, como el pulgón o escarabajo de la corteza, que llevaron a la mortandad de árboles o afectaron de manera importante al volumen de producción respecto a la calidad de la miera obtenida -afectando su color- perdiendo rentabilidad por la baja de precios en la comercialización, entre un 20 hasta un 50 por ciento por el producto, explicaron empresarios del rubro, informó Argentina Forestal.
OTROS
FACTORES
Sumado a ello, los derivados de la resina como la colofonia y trementina registran un ciclo de bajos precios en el mercado internacional, ante factores de la recesión de la economía global, la pandemia, la guerra entre Rusia y Ucrania, entre otros motivos.
Además, los resineros argentinos tienen grandes competidores en Asia, Sudáfrica y Brasil.
Por otra parte, registran una baja en las ventas en el último año, ya que desde los países tradicionalmente compradores de estos productos, como los de Europa, redujeron la demanda de manera significativa por la recesión económica mundial que se enfrenta.
En este contexto, empresarios del NEA operan lidiando con los problemas económicos del país, los altos costos internos y un tipo de cambio desfavorable para la exportación. Se encuentran, asimismo, con las limitaciones al momento de importar insumos.
Esta realidad que enfrentan en la actualidad preocupa a los exportadores resineros ante un futuro incierto. Es un segmento de la cadena foresto industrial con reconocimiento en Corrientes por su impacto social y económico, sin embargo no fue aún incluido por la Secretaría de Agricultura de la Nación en el dólar diferencial del Programa de Incentivo a las Exportaciones, impidiendo la posibilidad de liquidar las exportaciones de este producto a un tipo de cambio de 300 pesos, como alcanzó a otros sectores de las economías regionales, en la madera, cítrico, arroz, tabaco y ahora la yerba mate y la carne caprina.
El dólar diferencial a 300 pesos se aplicará por cinco meses; busca promover el arraigo territorial, el agregado de valor, la industrialización en origen y el incremento de las exportaciones a través del desarrollo socioeconómico armónico, entre los distintos eslabones de las cadenas de valor. Y en todos estos criterios encuadra el sector resinero.
UN GOLPE MÁS
En Corrientes, se registran más de 40 mil hectáreas que están destinadas a la producción de resina con destino a la exportación. Según datos oficiales, a 2022 habían unos 12.000.000 de árboles de Pinus elliottii en producción en la provincia, de la cual se obtenía en forma anual 35.000 toneladas de miera, que es un aceite espeso, oscuro y muy amargo que se obtiene de las bayas y las ramas del enebro o del líquido resinoso del pino, como en el caso local.
Esta actividad genera empleo todo el año, y en forma directa dependen unos 3.000 operarios tanto en el sector primario e industrial resinero. Este primer trimestre de 2023 fue muy complejo ya que ingresos como continuidad laboral quedaron en riesgo.
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