«Ahora estamos haciendo trabajos de zanjeo y limpieza, con una retroexcavadora que nos prestó el Gobierno Provincial. En la zona urbana tenemos muchas lagunas, que con las copiosas lluvias desbordaron y hay familias que fueron evacuadas y están ubicadas en las cabañas que tenemos en el balneario, hace cuatro días. En total son 30 personas entre mayores y niños», indicó el intendente de San Miguel, Manuel Esquivel.
Como se informó en la edición de ayer, mientras San Luis del Palmar y una vasta área provincial son las más afectadas, Mercedes también sintió el rigor de la copiosa caída de agua el fin de semana que pasó, al igual que Goya, donde entre el sábado y el domingo acumuló 110 milímetros y ya comenzó a afectar a la producción agrícola, a las cuales se suma San Miguel que debió evacuar a algunos vecinos de la localidad en tanto pobladores rurales quedan aislados por el deterioro, cuando no, anegamientos de caminos.
Como es común que suceda no sólo entre los sanmigueleños, el intendente Esquivel comentó que «hace un tiempo, las familias de San Miguel fueron construyendo sus viviendas en sectores muy bajos, y con estas copiosas lluvias están siendo afectadas. Estamos en alerta, monitoreando la situación con el equipo municipal, con los Bomberos Voluntarios y la Comisaría «, agregó.
Precisamente, ardua labor realizan los bomberos voluntarios quienes trabajan y colaboran incansablemente desde el 24 de Diciembre para ayudar a la comunidad en esta emergencia hídrica.
Entre los trabajos, realizan desagüe de lagunas y esteros sobrecargados de la masa de agua, viviendas afectadas por anegamiento, aperturas de zanjas estancadas, evacuación de personas en colaboración con el Municipio. Además, llevan a cabo un monitoreo constante y suministrando información preventiva con la utilización de un drone, tendiente a controlar los barrios cercanos a espejos de agua o esteros, in formó en su Facebook Redes Sociales, medio de comunicación de la cercana localidad de Caá Catí. A todas esas actividades, elaboran mapeos satelitales para identificar zonas de riesgo y actuar de inmediato ante posibles complicaciones.
En ese sentido, indicaron que el equipo de bomberos se encuentra en alerta hasta este martes 30 de diciembre, cuando se prevé que comenzarán unos días de alivio al cesar las copiosas precipitaciones.
Por su parte, en la más afectada de las localidades, San Luis del Palmar, su intendente, Néstor René Buján, expresó su preocupación por la magnitud del fenómeno. «Lamentablemente, hace un mes y medio ya habíamos sufrido una inundación, aunque no tan grande como esta. Hoy estamos hablando de prácticamente 400 milímetros en muy pocas horas», señaló el jefe comunal, «un volumen extraordinario que superó ampliamente la capacidad de drenaje del sistema hídrico».

