El ministro del Interior, Eduardo «Wado» de Pedro se lanzó a la carrera presidencial. Un anticipo que EL LIBERTADOR realizó en soledad hace más de un año y que, conforme pasó el tiempo, medios como Clarín fueron adhiriendo a la posibilidad. Una chance cierta sobre una figura que de a poco se fue instalando, cuyo derrotero electoral este medio supo ir marcando al señalar que se afianzaba como candidato (ver gráfica izquierda superior).
Ahora, le tocará medirse en el turno de agosto ante Daniel Scioli, un peso pesado que decidió plantarse para probar suerte. Pero el ex motonauta tendrá frente a sí a un «adversario temible» que se posiciona mejor para un seguro ballotage, algo también adelantado hace tiempo en estas páginas (ver gráfica derecha inferior).
La posibilidad de elegir en el oficialismo nacional entre dos ofertas es una buena señal hacia adentro y hacia afuera de un frente inmerso en una interna feroz, que supo sellar la suerte del propio Alberto Fernández hace bastante tiempo.
El anuncio se hizo mientras gobernadores e intendentes pretendían con el massismo simular una candidatura consensuada, pero que sería a «dedo», algo que el propio De Pedro había desestimado al apoyar las Primarias. Una idea también señalada por el PJ correntino, donde se le hizo saber sobre la necesidad de legitimar liderazgos y candidaturas mediante esa herramienta cívica, así como también se le manifestó el apoyo cuando nadie tenía al Ministro del Interior dentro del radar de los candidateables (ver gráfica superior derecha). En esa visita, de noviembre de 2022, el estrecharse en un abrazo con el referente peronista, Rodolfo Martínez Llano, Wado exclamó: «Mi estratega». Un gesto que no pasó desapercibido, en un cónclave en el que el peronismo correntino avaló la postulación a la Presidencia.
En este escenario, Wado decidió ponerse el traje. Una acción ya advertida y asegurada por este diario a principios de este año (ver gráfica izquierda inferior). Esta vez lo formalizó. Y lo hizo ayer, a través de un mensaje en sus redes sociales. Al unísono, compartía un cónclave con la plana mayor de la Unión Industrial Argentina y con los popes de la CGT.
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