La Capital correntina atraviesa una ola de arrebatos violentos, que en los últimos días derivaron en hechos de extrema gravedad. La sucesión de ataques en la vía pública genera creciente alarma social y reabre el debate sobre la seguridad urbana.
El domingo, un adolescente fue víctima de un asalto en inmediaciones de la intersección entre las calles Lavalle y Suipacha. El hecho quedó registrado por las cámaras de seguridad de una vivienda, y en las imágenes se puede observar cómo un joven aguardaba en la vereda hasta que la víctima pasó por el lugar. Acto seguido, lo abordó con violencia, lo arrastró por el suelo y le sustrajo sus pertenencias antes de huir. La secuencia se produjo a escasos metros del centro cultural y recreativo La Unidad, inaugurado días atrás.
Este caso se suma a otros episodios registrados en distintos puntos de la ciudad durante la última semana, lo que refuerza la preocupación de los vecinos frente al aumento de hechos de estas características.
UNA VÍCTIMA FATAL
Uno de los casos que causó conmoción fue el de Mirna Elizabeth, de 65 años, quien murió tras agonizar nueve días, internada en un centro de salud. La mujer fue atacada el 18 de septiembre en el barrio 9 de Julio, cuando salió a comprar pan.
Según la investigación, un motochorro la sorprendió por la espalda y, al intentar arrebatarle la cartera, la arrastró unos 20 metros por el pavimento. La víctima sufrió un fuerte golpe en la cabeza que derivó en lesiones irreversibles.
Vecinos acudieron en su auxilio y pidieron asistencia médica de inmediato; sin embargo, pese a la atención recibida, Mirna falleció días después en la unidad de terapia intensiva. El caso está a cargo de la Comisaría Octava y de la Justicia provincial. En ese sentido, cámaras de seguridad de la zona captaron al agresor, que se desplazaba a bordo de una motocicleta de 110 cilindradas, aunque hasta el momento no habría sido identificado.
RESPUESTA POLICIAL
En medio de esta situación, la Policía de Corrientes informó sobre un procedimiento relacionado con el mercado ilegal de celulares, un delito que habitualmente se vincula con los arrebatos. En el barrio conocido como «Piola», efectivos de la Comisaría Séptima, con apoyo de la división Infantería, allanaron una vivienda en la que hallaron más de 100 teléfonos de distintas marcas y modelos, sin documentación que acreditara su procedencia.
Fue en un domicilio cercano a la calle Malvinas Argentinas al 1.200, donde, también, se procedió al decomiso de armas de fuego y se demoró a dos personas, entre ellas el supuesto propietario del lugar.
Los celulares quedaron en el depósito de la dependencia policial y estarán a disposición de quienes acrediten haber sido víctimas de robos. Autoridades de la fuerza destacaron el operativo y remarcaron que este tipo de acciones forman parte de la estrategia de investigación y prevención frente a los reiterados episodios de violencia urbana.

