Especialistas advierten que la actividad de estos arácnidos se dispara con la ola de calor que atraviesa la provincia.
Un niño de apenas 4 años, residente de la localidad de Santa Lucía, fue víctima del ataque de un alacrán durante la mañana de ayer, lo que activó un protocolo de emergencia inmediata.
Tras la intervención inicial, el pequeño fue trasladado al Hospital Pediátrico «Ángel de la Guarda» en Goya. Allí, los profesionales confirmaron que se encuentra en buen estado general, aunque permanecerá internado para monitorear su evolución clínica. La familia destacó la rapidez y el profesionalismo de los médicos, un factor que, en estos casos, marca la diferencia entre un susto y una tragedia.
Según trascendió sobre el caso, la respuesta médica incluyó la administración de cuatro dosis de suero antiescorpiónico. Este tratamiento es vital en pacientes pediátricos, ya que la relación entre la cantidad de veneno y la masa corporal del niño aumenta el riesgo de complicaciones sistémicas.
Guía de alerta: ¿Cómo identificar la gravedad de una picadura?
Especialistas recuerdan que la picadura de alacrán produce un dolor agudo y punzante en el sitio del contacto. Sin embargo, lo más importante es observar la aparición de síntomas que indican que el veneno ha pasado al torrente sanguíneo (cuadro moderado o grave).
Síntomas locales (cuadro leve):
- Dolor intenso (quemante).
- Enrojecimiento e inflamación mínima.
- Sensación de adormecimiento en la zona.
Síntomas sistémicos (requieren urgencia inmediata):
- Vómitos repetidos: es el signo de alerta más importante en niños.
- Sudoración profusa: piel fría y húmeda.
- Salivación excesiva (sialorrea): dificultad para tragar.
- Palpitaciones o pulso rápido: alteraciones en el ritmo cardíaco.
- Dificultad para respirar: agitación o ruidos al inhalar.
Prevención en días de calor extremo
Las altas temperaturas registradas en Corrientes favorecen la salida de estos arácnidos de sus refugios naturales. Las autoridades recomiendan colocar rejillas de malla fina en todos los desagües, sacudir las sábanas antes de acostar a los niños y no permitir que la ropa de cama toque el piso, ya que funciona como puente para el ascenso del alacrán.
Ante cualquier picadura, se debe concurrir al centro de salud más cercano sin aplicar torniquetes, cortes ni remedios caseros que puedan enmascarar los síntomas.
Imagen generada con IA

