El comienzo de las vacaciones genera una relación más cercana entre los animales con los integrantes de la familia, por una cuestión de que hay tiempo libre. Los paseos, juegos y la compañía diaria ocupan una gran porción del día.
Es por ello que, cuando se vuelve a la rutina, pueden empezar los problemas, ya que la mascota sufre una suerte de abandono.
En este sentido, de acuerdo a un artículo publicado en la revista Animal Cognition, las mascotas, un perro por ejemplo, hacen coincidir sus movimientos con los de los niños de la familia con la que conviven, y por este motivo son fundamentales las acciones que se deben realizar para que el regreso a la escuela no los afecte.
LO QUE SIENTEN
Al respecto, Melisa González Trajtman, gerente de Marketing de Vitalcan, una marca de alimentos balanceados, explica: «El regreso a clases tiene un impacto en la rutina del animal que lo puede llevar a sentir ansiedad o aburrimiento, y lo pueden manifestar ladrando constantemente, destruyendo objetos, o realizando sus necesidades donde no se debe. Es importante darles atención y ejercicio adecuado y, por supuesto, siempre considerar visitar al veterinario en caso de ser algo obsesivo o extremo».
RECOMENDACIONES
Por otra parte, profesionales del área recomiendan realizar un cambio gradual: en los días previos, reducir de a poco las horas que los chicos pasan junto a las mascotas para evitarles que el cambio sea radical en el momento del inicio de las clases.
Generar momentos de soledad: recurrir a juguetes con ideas comestibles para que las mascotas encuentren un momento para entretenerse a solas.
Sacarlos a pasear: complementar a la rutina, realizar ejercicios o funcionar como una distracción, de este modo, se crea un nuevo hábito.
Ayudarlo a socializar con otras mascotas: hay que incentivar al animal a la socialización con otros pares. Esto lo llevará a liberar energía mientras juega, también lo irá desenganchando de la dependencia que suele crearse con los chicos en los tiempos de vacaciones.
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