Durante la mañana de este jueves se realizó ante el Juez de Garantías de la localidad de Santa Rosa, Oscar Ignacio Dubrez, la audiencia de Querella Autónoma presentada por Andrea Klaus, la madre de un niño de 2 años que falleció en febrero de este año ahogado en una pileta, cuando estaba pasando unos días de vacaciones con el padre,
Durante la audiencia, el magistrado hizo lugar a la realización de las diligencias solicitadas por la querella, que consideran que no pueden realizarse de manera propia. Por ello, se determinó que la Justicia colaborará con el informe socio ambiental del domicilio donde se produjo el fallecimiento del niño y solicitará un informe a la empresa prestadora del servicio de telefonía móvil del padre del niño.
Sobre el pedido de la querella de que se le realice una autopsia al cadáver del menor, el juez se negó ya que entiende que “la causal de muerte, de asfixia por sumersión, es clara y se han presentado múltiples informes tanto de los profesionales que atendieron al niño como de la médica de la policía y el Instituto de Medicina Forense”. Por lo anterior, entendió que “ya fue zanjada esa discusión y no se han rebatido los argumentos dados”.
Además el funcionario judicial indicó que “la querella no presentó elementos que permitan revertir lo que fue descrito en el informe solicitado por el Ministerio Público ni se rebatieron los argumentos dados”.
PEDIDO DE LA QUERELLA
En primer lugar, la abogada de Klaus argumentó el pedido ante el Juez de Garantías y explicó que “desde que fue notificada de la muerte de su hijo, la madre preguntó si se realizó la autopsia del menor y no obtuvo explicaciones”.
Continuando con lo anterior, agregó: “Consideramos que hay intencionalidad y animosidad ya que los familiares y el padre son responsables de la muerte del niño y no tuvieron comportamiento de humanidad”. Además explicó que el niño había sido diagnosticado con Trastorno del Espectro Autismo (TEA) y que los gastos de la autopsia que se quiere realizar correrán por cuenta de la familia Klaus.
Por su parte, la madre del niño también tuvo oportunidad de argumentar el pedido, y mencionó que “desde que fue diagnosticado con TEA, el padre conocía que debía tener un cuidado especial y velar por la vida de su hijo”.
La mujer también planteó: “Siento que hay un montón de cosas que no se tomaron en cuenta. Me dijeron que hicieron la autopsia y no está la autopsia, me bloquearon, no tuve explicaciones y se cerró muy rápido el expediente”. Y finalizó; “Yo se lo dejé con vida y me lo devolvió en un cajón”.
EL CASO
Klaus estaba separada de quien fuera su pareja y padre de Matías, el niño fallecido, por lo que en febrero el niño fue a pasar unas vacaciones en la casa de los abuelos, en la localidad de Santa Rosa.
Allí también estaba su papá, quien lo buscó el 5 de febrero de su casa en Buenos Aires. El menor, quien padecía de autismo leve, quedó con una niña mirando la televisión cuando el hombre fue a atender la panadería ubicada en el domicilio. Cuando se percató que el pequeño no estaba, lo buscó en la casa y fue cuando al llegar al patio lo encontró sin vida en la piscina. Su muerte fue por asfixia por inmersión.
La mujer contó que la separación con quien fuera su pareja se dio tiempo atrás. Ambos se domiciliaban en Buenos Aires, él ingresó a Gendarmería Nacional y concluyó un curso de Criminalística Forense y al poco tiempo de recibido pidió la baja. Tras la separación regresó a su casa en la localidad de Santa Rosa, donde junto a sus padres tienen una panadería.