Por el Padre Horacio Da Silva*
Aasesor de Medios de Comunicación del Arzobispado.
Hermanos:
Cuando crucen los ríos, no les cubrirán sus aguas; cuando caminen por el fuego, no les quemarán ni les abrazarán las llamas (Isaías 43.2).
Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán (Isaías 40, 31).
Así que no teman, porque yo estoy con ustedes, no se angustien, porque yo soy su Dios. Les fortaleceré y ayudaré; sostendré con mi diestra victoriosa (Isaías 41, 10).
Es de esta manera que se ha cumplido la 43ª Peregrinación Juvenil del NEA a Itatí, el pasado sábado 17 y domingo 18, bajo el lema «Junto a María nos volvemos a encontrar como Iglesia sinodal».
Como es costumbre, Corrientes y la región aferrada a la fe en Cristo Jesús y en su devoción mariana, ha caminado hacia Itatí; buscando una esperanza en la promesa pactada o dando gracias por los favores recibidos.
Los protagonistas de ese peregrinar fueron los jóvenes ¡Qué alegría que la Iglesia Católica tenga en cuenta esta etapa difícil de la vida; donde el ser humano modela, moldea y fortalece su carácter para conseguir el temple necesario en sus acciones y en su fe!.
Corren tiempos difíciles. Una sociedad convulsionada, una educación atada de pies y manos, familias sin objetivos claros para sus hijos, producto de la vorágine constante por cubrir y cumplir con su función social; algunos sin instrucción, otros sin trabajo y otras familias donde sus integrantes están desvinculados; lo que no permite que sus hijos tengan el espejo donde reflejar y contemplar sus aciertos o desaciertos.
¡Qué María de Itatí escuche las súplicas de los desesperados, los sin alientos, los que están en las tinieblas. Es el grito desgarrador de una parte de la sociedad y de la Iglesia toda! ¡Qué retumben los auxilios de SOS por los caprichos de un arma silenciosa que lleva a la muerte a través de la velocidad en motos de alta gama y en esa no tan «dama vestida de blanco», como lo es la droga!
¿Cuál es el inicio de ese averno que atrapa a los jóvenes?, ¿Cuál es el secreto de ese nunca acabar?, ¿Será la debilidad de espíritu?, ¿O la vivencia del libre albedrío?
La Iglesia Católica y en especial en Corrientes seguirá luchando, llevando la Palabra, la contención y la búsqueda de una salida.
No se bajarán ni cruzarán los brazos.
Este peregrinar llevó con los jóvenes y a través de ellos la semilla de la confianza, de la esperanza, del resurgir a la vida y en comunidad.
Jóvenes hermanos:
Una Madre jamás dejará desprotegidos a sus hijos; no importan las circunstancias. Una Madre sostiene, una Madre abriga y una Madre jamás olvida y se olvida.
Para los jóvenes muchas veces lo que hace una Madre no es mucho; pero nunca será poco.
Es el gran deseo y anhelo de esta iglesia, que hayan reconfortado sus almas y espíritus. Que hayan vuelto llenos de fervor por el aferrarse a la vida y que en ese peregrinar hayan hecho una introspección o un examen de conciencia de porqué, para qué viven y de qué manera.
Mañana, 21 de septiembre, será un día especial, el Día del Estudiante y el inicio de la Primavera ¡Qué sea un día de júbilo y sin excesos! ¡Un día lleno de luz y colores brillantes y no de muerte! ¡Un día real de celebración y festejos!
No defrauden a su Madre de Itatí; que los esperó con sus brazos abiertos para bendecirles eternamente y porque en Ella, cada una de sus madres terrenales depositan sus pesares.
Que se alegren los corazones cantando, como dicen los versos del pueblo:
¿Cómo no voy a venir desde El Atajo y a pie?
Si un milagro pronto fue el favor que recibí
Mediante vos conseguí salvar de la enfermedad
Por eso vengo a tu altar Virgencita de Itatí
Peregrino de la esperanza, peregrino de amor
Con el alma y los pies sangrantes a tu casa voy
Déjame besar tu manto, Virgen de Itatí
Promesero soy y vengo a cumplir lo que en mi oración yo te prometí
Mil gracias te doy, Virgen de Itatí
Como el río azul que besa tus pies
Después de rezar yo también me iré
Con tu bendición, Virgen de Itatí
Desde que me conocí tengo a la Virgen por madre
Y ante Dios, mi eterno padre, ella intercede por mí
Por eso le traigo aquí, con mi ruego más ferviente
Todo el amor de Corrientes, y la fe del Taragüí
Peregrino de la esperanza, peregrino de amor
Con el alma y los pies sangrantes a tu casa voy
Déjame besar tu manto, Virgen de Itatí
Promesero soy y vengo a cumplir lo que en mi oración yo te prometí
Mil gracias te doy, Virgen de Itatí.
(Extracto de la canción Peregrinos de la esperanza).
«La peregrinación a los Santos Lugares se convierte así en una experiencia extraordinariamente significativa, evocada en cierto modo por cualquier otra peregrinación jubilar. En efecto, la Iglesia no puede olvidar sus raíces; más aún, debe volver a ellas continuamente para mantenerse fiel al designio de Dios».
(Extracto de la Carta del Santo Padre Juan Pablo II sobre la peregrinación a los lugares vinculados con la Historia de la Salvación).
Porque Yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes -afirma el Señor-, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza (Jeremías 29, 11).
Es palabra de Dios.
* Párroco de la localidad
de San Roque.
.