Desde que terminaron las clases, numerosas instituciones capitalinas sufrieron actos de destrozo y violencia a los edificios.
Los materiales que más se suelen llevar en estos hechos, son los de administración (computadoras, equipos, muebles), como también elementos que acompañan el día a día de la educación.
LOS PATIOS Y LAS AULAS
Desde los últimos días de diciembre, se registran más de una decena de robos a distintas instituciones de carácter educativo. Esto sin tener en cuenta los edificios que fueron robados más de una vez en este período. En algunos casos las situaciones trascendían la sustracción de elementos materiales, para inscribirse en lo insólito.
Tal es el caso, por ejemplo, del Jardín de Infantes Nucleados N° 25 de Piragine Nyveyro, en donde no sólo robaron dinero, sillas y equipamiento a estrenar para la administración, sino que también los criminales habían defecado en varias de las habitaciones del lugar. Esto sumado a lo que es moneda corriente de este tipo de irrupciones, que es el destrozo de los accesos del edificio. Es decir, puertas, ventanas, rejas, portones.
Al respecto, el subsecretario de Infraestructura Escolar, Emilio Breard habló con EL LIBERTADOR para comentar cuales son las posibles soluciones y problemas que esconde esta problemática.
Una de las afirmaciones que hizo el funcionario fue que «el tema de las vacaciones, es que las escuelas quedan vulnerables. Por eso queremos un sistema autónomo de seguridad, porque lamentablemente vemos que, aún con porteros, los establecimientos son igualmente robados».
Breard también señaló que no sólo es un problema de la Capital, sino que también sucede en las zonas del Interior. Con respecto a esto, citó el caso de dos escuelas que «queremos inaugurar para el inicio de clases que fueron incendiadas y vandalizadas en Alvear».
Otra de los elementos que forman parte de estas situaciones según afirmó el funcionario es que «no son importantes en cuanto a la cantidad de cosas que nos roban sino importante en cuanto al daño que nos causan».
Esta aseveración la hizo con respecto a una de las situaciones que Breard afirma que es un robo de «cirujeo», ya que dio cuenta de edificios a los que le roban los caños del aire acondicionado. Materiales que, según el Subsecretario, no generan un redito económico como para que puedan vender.
A su vez, también aseguró que «tenemos que revisar un poco el sistema de Justicia porque no puede ser que un delincuente, por más que robe pocas cosas, sea considerado como un delito menor»,»los ataques a las escuelas son finalmente llevados a cabo por personas de muy bajos recursos que son dependientes de las drogas, ocupan todo lo que sacan de la escuela para poder drogarse, son casos bastante difíciles de controlar».
SISTEMA DE SEGURIDAD
En vistas de los problemas enumerados por la cartera educativa, Breard dijo que «este año, seguramente a partir de este mes, vamos a seguir con la colocación un sistema de seguridad conectado al 911 y ayudado con inteligencia artificial, que hace un perímetro de ingreso a lo que es el establecimiento y a lo que es el edificio en sí, con lo cual pensamos llegar a cubrir entre este año o el año que viene todas las escuelas que son reiteradamente vandalizadas».
También aseguró que serían entre diez y doce, aproximadamente, los establecimientos educativos donde implementarían este sistema. El cual, ya cuenta con una prueba piloto que hicieron el año pasado exitosamente según el Subsecretario.
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