Con el correr de los meses, el costo de un alquiler se encareció abruptamente y complicó a distintos inquilinos con su continuidad en algún punto de la ciudad. Incluso, no sólo se vieron perjudicados aquellos que arriendan para un lugar habitacional sino también para un local comercial.
«Uno va cambiando dadas las condiciones, hay alquileres que no se pueden negociar y la gente se cambia», comentó el referente mercantil, Enrique Collantes, en diálogo con EL LIBERTADOR.
Con el propósito de abaratar gastos, propietarios de diferentes rubros optan por trasladarse hacia las afueras del microcentro. «La ciudad se va expandiendo, van apareciendo negocios nuevos y algunos se cambian porque es más conveniente que otros», aseguró.
ESFUERZO CONSTANTE
En este sentido, el referente señaló que desconoce actualmente el número de comercios que abrieron y cerraron sus puertas por el contexto económico. «Lamentablemente no tenemos una cifra de cuantos», indicó y dijo que «el empresariado hace bastante fuerza para seguir manteniéndose».
De esta manera, concluyó que «cuesta mantenerse en una situación como la que estamos atravesando en el país y con esta inflación que no nos alcanza a nadie».
VARIEDADES SIN LÍMITES
En un relevamiento realizado en las redes sociales, diversos locadores (sean dueños directos o inmobiliarias) ofrecen locales u oficinas desde los 18 mil pesos, y en oportunidades superan los 160 mil pesos. Y cabe recordar que el costo varía según la dimensión y ubicación del lugar de locación.
Así, pasan los años de una prolongada y extremada asfixia que provoca la inflación a los argentinos que vienen ya desde el 25 por ciento anual del Gobierno de Cristina Kirchner, el 50 por ciento de Mauricio Macri y del 100 por ciento del actual mandatario de la Nación, Alberto Fernández.
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