Este jueves 2 se daría un nuevo paso (aletargado) para avanzar con una cuestión postergada, que reveló la interna latente en el radicalismo provincial: la paridad de género.
El Senado daría su aval mañana al proyecto venido de Diputados, pero con algunas modificaciones. Lo que significaría el retorno a la Cámara baja para su análisis y debate.
En concreto, pasó bastante tiempo desde que se pudo ofrecer un marco de certidumbre respecto a una iniciativa que pretende equiparar la representatividad entre hombres y mujeres. Fue en el propio bloque oficialista donde se generaron los desencuentros que impidieron avanzar con un elemento clave para la institucionalidad.
Sin embargo, después de varias propuestas en danza, con una impulsada por el mismo gobernador, Gustavo Valdés, los radicales se comenzaron a contar las costillas y provocaron un estancamiento en el tratamiento.
Pasado un tiempo, Diputados dio «ok» a uno de los proyectos, el que acotó a un par de variables de aplicabilidad respecto a la igualdad en la integración de los recintos legislativos entre hombres y mujeres.
Fue dentro de la propia UCR, desde donde emanaron críticas. «Tiene gusto a poco», dijo la senadora Martínez Llano, quien logró el acompañamiento del bloque en favor de una iniciativa que haga realidad una paridad más acorde a la demanda de los tiempos y a lo que existe en otras provincias.
Otra de las que habló fue la senadora radical, Alejandra Seward, deslizando la necesidad de que se amplificara la iniciativa. Y fue ella quien tomó la palabra en las últimas horas. «Todavía no tenemos definidas algunas cosas que estábamos intentando ver respecto del proyecto así que no creo», dijo para dejar en duda el aval para este jueves.
De esta manera remarcó que se trata de «una cuestión técnica de redacción. Me parece atinado no poner fecha porque no me gusta decir lo que no sé. Está claro que el proyecto que saldrá de paridad será el venido de Diputados con algunas modificaciones, pero no modificaciones llevadas a otros poderes del Estado». Lo dijo en referencia a la moción del bloque opositor, en cuanto a que se debe pensar en incluir a todos los estamentos estatales en este nuevo escenario de igualdad representativa.
Paradójicamente, para el Gobierno parecería más fácil doblegar la férrea resistencia de Ricardo Colombi, quien terminaría allanándose a lo medular del texto de Valdés, arriando las banderas que supo levantar por algún tiempo. Por estas horas, intenta disuadir a la senadora Seward, lo cual no parece fácil.
Desde el campamento que lidera Noel Breard, se habla de un lote consolidado de once voluntades radicales en el mismo sentido y se celebra el paso atrás de Colombi, más allá de que a la hora de la verdad habrá que contar los tantos.
Otra voz correligionaria que se escuchó en los últimos días fue la del senador, Enrique Vaz Torres. Fue más optimista que la esposa del ministro del Superior Tribunal Panseri. «Hay consenso para que salga la ley», aseveró el ex titular de Hacienda provincial en cuanto al proyecto que ya tiene la media sanción en Diputados.
Vaz Torres apuesta a no tener que contrariar al Gobierno, aunque tampoco esta cómodo en la eventualidad de tener que votar distinto a quien fuera hasta hace poco su referente, ex Gobernador, respecto a cuya lealtad actual existen dudas.
El ex Ministro coincidió con Seward respecto a la dificultad técnica que existe en un artículo del proyecto. En este sentido, pudo apuntar las críticas al Gobierno central: «El problema es por culpa del Presidente de la Nación (Alberto Fernández) que tiene pésima redacción y colisiona con otros institutos importantes de leyes específicas y de fondos con leyes electorales», expresó Vaz Torres para detallar que está «la condición entre el derecho colectivo e individual. Por eso se está tratando de resolver ese tema para conseguir una redacción que resuelva realmente los problemas».
«La equiparación del hombre y la mujer choca con un decreto presidencial, donde en la redacción se comete un error técnico y complica a todo el mundo», agregó.
Más allá de la estocada del ex Ministro de Hacienda contra el Jefe de Estado, lo cierto es que dentro del oficialismo aún no existe un consenso total para darle luz verde a la paridad. Por ello, en caso de aprobarse con modificaciones, su retorno a Diputados podría significar más dilaciones legislativas y técnicas para una impronta que no debiera postergarse.
Desde siempre, Gustavo Valdés no se mostró receptivo a la introducción de ningún cambio. Aunque en los últimos días pareció también modificar su intransigencia como forma de no poner a Colombi en una posición muy incómoda.
La modificación ofrecida lejos está del proyecto original del ala dura que corporizaba el mercedeño. De ahí la preocupación, tanto por el voto de la senadora Seward como la búsqueda afanosa de que el peronismo baje su proyecto para alivianar la tensión en el radicalismo, de forma tal de mostrar que las tibias modificaciones introducidas fueron un consenso general del cual participó el PJ, evitando que el costo político de una paridad a medias quede por el radicalismo, y que el ala ricardista aparezca doblegada por la ofensiva que sin tregua le dio Noel Breard como capitán y principalísimo fogonero de la escuadra valdesista.
Lo mismo ocurre con el voto joven. Idea que pasó a dormir el sueño de los justos, también por diferencias entre los radicales sobre derechos y obligaciones para quienes puedan ejercer el derecho cívico tras cumplir los 16 años.
Este jueves se verá si en la UCR la grieta persiste. O si los sectores de los de Alem pueden ensayar una fumata ¿Se dará?
Por aquello de que todo tiene que ver con todo, habrá que estar atento hasta dónde el peronismo se mantiene en una marcada línea opositora, y si está decidido a sostener una paridad en el verdadero sentido de la palabra.
Lo que está claro es que dos senadoras, una radical y una peronista (léase Seward y Carolina) no están conformes con un proyecto «con sabor a poco».
Desde el ala negociadora de la UCR, de la mano de un Breard siempre activo, se intenta penetrar en la hasta ahora sólida posición del PJ, de no ceder.
Noel ha tendido puentes con el senador, Martín Barrionuevo no sólo para lograr el acompañamiento al proyecto de Valdés, sino al cierre del proceso de nominación del candidato a Defensor del Pueblo, respecto al cual el bloque del Senado ha resuelto por unanimidad sostener el nombre de Antonio «Taeta» Haedo como uno de los adjuntos, nombre que no ofrece resistencias en el oficialismo.
UN ULTIMÁTUM AL SENADO. La Cámara Contencioso Administrativa, con la firma de su presidente Nidia Billinghurst, con el apoyo de las doctoras Puig y Althabe, ha pedido se concluya con el trámite de designación del Defensor del Pueblo. Se puso de manifiesto la necesidad -en términos institucionales- de terminar con la larga vacancia. Desde la Justicia se deslizó la posibilidad de una conducta legalmente punible en términos del Código Penal y la chance de aplicar astreintes por la demora. En el Senado, no se logró un pronunciamiento como órgano colegiado respecto a la solicitud de la doctora Billinghurst, cuyo apuro fue rubricado por el Gobernador, quien pidió a los legisladores que se aboquen a una rápida definición de un tema cuya demora desdibuja al Senado, y es producto de la interna sin fin que existe en la bancada oficialista.
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