Se venía hablando de un acercamiento entre el dirigente justicialista Sebastián Pardo y el empresario y precandidato a intendente de Paso de los Libres, Agustín Faraldo, a lo que se sumó el actual viceintendente de Santo Tomé, Carlos Farizano, dirigente peronista que fue tres veces intendente, dos veces concejal y dos veces diputado provincial.
Justamente Faraldo y Farizano precipitaron la cumbre entre Pardo y el gobernador Gustavo Valdés, líder de la alianza ECO + Vamos Corrientes, la cual se produjo ayer en la Casa de Gobierno de la Provincia.
Si bien reina un profundo hermetismo en torno a los asuntos abordados en el cónclave, trascendió que el acuerdo político estaría cerrado y se haría público con la próxima visita del mandatario a Paso de los Libres.
Amén de ello, otra especie indica que habría un importante ofrecimiento al libreño Pardo, hecho que lo terminó de convencer de sumarse a las huestes del Gobernador.
ORIGEN
Desde su alejamiento de la titularidad de la Secretaría de la Seguridad de la Municipalidad a mediados de febrero pasado, Pardo aparecía como alejado de la actividad política. Algo que parecía no ser verosímil, por cuanto venía trabajando con los partidos que representa y, según él mismo aseguró, «sólo estoy fuera de la función pública, la política es mi pasión y nada detiene mi accionar».
«Siempre trabajé en mi profesión, ya llevo 22 años de ejercicio efectivo en la misma, para poder tener la independencia suficiente en política y la libertad para poder decir lo que pienso y actuar en consecuencia. Cuando algo no me gusta, me voy. Así de simple», disparó hace 15 días en una entrevista.
Consultado sobre el motivo puntual de la dimisión, porque sólo trascendió que obedecería a «cuestiones de índole personal», Pardo relató: «Cuando me convoca el Intendente Ascua para hacerme cargo de la Secretaría de Seguridad, el proyecto que me presenta era muy interesante; además de manifestarme que contaría con todo el apoyo político para combatir la inseguridad en Paso de los Libres. En un principio fue así. Comenzamos con las alarmas vecinales y fue un éxito. Las alarmas eran activadas no sólo por hechos de inseguridad sino también por principios de incendio en una vivienda, por personas que se habían descompensado y requerían de atención médica, y hasta incluso atendimos cuestiones de violencia de género».
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