Ayer, la Justicia correntina dictó prisión preventiva para el subjefe policial, identificado con el apellido Oliva, quien está acusado de abusar sexualmente contra su hijastra. El funcionario, integrante de la División Antiarrebatos de la Policía de Corrientes, fue trasladado en horas de la mañana hasta las oficinas judiciales, en inmediaciones de la calle Jujuy 848, en la Capital correntina.
Una vez en la sala, el acusado compareció ante la jueza, Josefina González Cabaña, quien decidió que el involucrado continúe detenido. En comunicación con EL LIBERTADOR, la magistrada indicó que además de la prisión preventiva, determinó «el traslado del imputado, de la Federal a la Unidad Penal Nº 6, decisión que fue impugnada por la defensora oficial; por lo que entre hoy o mañana (por ayer y hoy) la oficina judicial va a fijar la audiencia de revisión en Cámara de Apelaciones».
En este sentido, González Cabaña advirtió que si el Juez de la Cámara de Apelaciones confirma su decisión, Oliva permanecerá tras las rejas y en la unidad carcelaria; en tanto que, en el caso de que revoque la medida, el funcionario policial podría recuperar su libertad.
Imputado por abuso sexual con acceso carnal continuado agravado por el vínculo, el involucrado fue aprehendido en la noche del lunes, cuando agentes de la Policía Federal se llevaron a raíz de la denuncia que habría realizado una conocida de la menor, tras conocer una carta que la víctima le habría escrito a un compañero, en la cual confesaba los aberrantes episodios que se habrían extendido a lo largo de varios años.
Desde la fuerza provincial tomaron la decisión de separar del cargo al uniformado, a quien, además le abrieron un sumario administrativo. Por su parte, la fiscal del caso, Sonia Meza, dialogó con este medio y ratificó la medida tomada por la jueza y adelantó que trabajan «para ver si el lunes logramos la Cámara Gesell con la menor».
ESTREMECEDOR RELATO
Al tomar contacto con la prensa radial, Silvina Gómez, la ex esposa del imputado, revivió episodios aterradores que le tocó vivir en el tiempo en el que duró su relación con Oliva. También ligada al ámbito policial, Gómez convivió alrededor de cinco años con el acusado, con quien comparte tres hijos, y relató que fue víctima de agresiones físicas: «Mis compañeros se daban cuenta lo que pasaba porque veían algunos moretones, pero yo trataba de cubrirlos», dijo.
La mujer también reveló que en ocasiones sufría violencia física por reclamar infidelidades. «Él tenía relaciones con chicas mucho más jóvenes, de 16 o 17 años, cuando trabajaba en la Comisaría 7ª, a cambio de celulares, carga virtual, facturas. Él me lo negaba, me decía que era su compañero el que le usaba el celular y yo le creía, quería mantener mi matrimonio hasta que dije basta».
«Él me había gatillado con su propia arma. Es una persona muy narcisista, controladora, tenía control total de mi vida, tanto económica como laboralmente, porque tiene mucha gente conocida. Me decía que me iba a matar a mí y a los chicos si lo dejaba, y que después se iba suicidar», aseguró más tarde Gómez.
Asimismo, la ex pareja del implicado reveló que en varias ocasiones fue víctima de agresiones sexuales. «Me obligó muchas veces a tener relaciones diciéndome que yo tenía que cumplirle como mujer. Inclusive llegó a apuntarle a mi nena con su propia arma; él jugaba con el arma, gatillaba. Me atosigó, me atormentó mucho tiempo, en un momento yo quise matarme y estuve con tratamiento psicológico con la misma gente de Jefatura de Policía», concluyó.
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