La futbolista, Noelia Espíndola tuvo un año 2022 en lo deportivo para destacar. Jugando en la Primera División del fútbol femenino en Boca Juniors, donde se consagró campeona en la competencia de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) e integró la selección nacional que clasificó para el Mundial de 2023 que se disputará en Australia y Nueva Zelanda, respectivamente.
La ituzaingueña conversó con el medio digital En miradas y relató lo difícil que fue abrirse camino en una sociedad con tantas barreras. Pese a ellas, logró sobreponerse y luego de un crecimiento deportivo vertiginoso es una de las grandes referentes del fútbol femenino nacional. Subcampeona de la Copa Libertadores de América con Boca Juniors.
Empezó a jugar al fútbol desde muy chica en el barrio de su abuela junto a amigos y familiares, cuando tenía 7 años ya jugaba en la liga infantil de Ituzaingó de la mano del club del barrio Mbatará.
A pesar de su amor por el fútbol y lo destacado de su juego, no todo fue sencillo, sino todo lo contrario. Uno de los momentos más difíciles lo vivió a los 13 años, cuando ya no le permitieron jugar con su club de barrio y debió incorporarse a los equipos femeninos del club Yacyretá en 2004.
Noelia debió sobreponerse a esa frustración que significaba dejar de jugar con sus amigos de toda la vida y retomar su sueño que era seguir jugando al fútbol, lugar donde siempre se sintió feliz.
Unos años después de llegar a Yacyretá tuvo la primera gran oportunidad de la mano de los Juegos Nacionales Evita, donde salió campeona, en Catamarca 2006. Fue esa experiencia deportiva la primera gran vidriera fuera de Corrientes. Su paso por los Evita le valió una convocatoria a la categoría Sub 17 de la Selección Argentina para disputar un torneo sudamericano. La ituzaingueña ya se abría paso en el fútbol nacional.
En el fútbol grande sus comienzos los dio en San Lorenzo de Almagro, donde jugó 10 años. Además, fue convocada por la selección mayor debido al gran protagonismo que lograba su juego.
Luego de 10 años, y por una decisión dirigencial de por medio, decidió dejar el club y surge así la posibilidad de jugar en Boca, el club del cual es hincha. De esa manera, Espíndola iniciaba la etapa más importante de su carrera.
«Tuve siempre el propoósito de jugar en un equipo grande, y gracias al apoyo de mi familia lo pude lograr pese a todas las dificultades», dijo la defensora de Boca y la selección.
Su crecimiento deportivo se produjo muy rápido y hoy agradece a las personas que estuvieron a su lado. Noelia reconoce que hoy todavía no se puede vivir del fútbol femenino, pero sabe que están dando pasos muy importantes para que las chicas que empiezan, en un futuro no muy lejano, lo puedan lograr.
«Hoy me siento orgullosa e ilusionada. La verdad me siento muy querida por toda la gente que me sigue, y creen que soy una referente de este deporte y lo aprecio», señala Noelia, quien agradece los constantes mensajes de apoyo.
La subcampeona de América con Boca tuvo que sacrificarse, estar lejos de su familia y esforzarse cada día, nada fue fácil, pero hoy se siente reconfortada por lo conseguido y que pueda ayudar a muchas chicas a no perder la ilusión. «Sueñen que lo pueden lograr, que con sacrificio y con empeño a larga todo se puede conseguir», finalizó.
.