La solidaridad triunfó y muchas personas respondieron a la campaña que impulsó una docente que tenía como objetivo recolectar abrigos para los alumnos que asisten a la escuela N° 375 Santa Catalina de Siena, del barrio Río Paraná.
La iniciativa surgió por segundo año consecutivo al advertir que en la zona hay muchas familias vulnerables y la falta de recursos genera que los niños abandonen la escolaridad o tengan inasistencias los días de mucho frío.
Luego de dos semanas de difusión por distintos medios de comunicación y redes sociales, EL LIBERTADOR pudo saber que los organizadores recibieron aportes de organismos oficiales, funcionarios y vecinos que se sumaron a la colecta.
Abrigos como buzos, frazadas y zapatillas formaron parte de las donaciones que llegaron a la escuela y que según informaron, ya se distribuyeron a las familias que más lo necesitaban.
«La campaña de recolección de ropa continúa. Si bien tuvimos unos días de calor, ahora con el regreso del frío nos dimos cuenta que todavía se necesita reforzar», señalaron los impulsores.
De acuerdo con lo que habían indicado, el objetivo es colaborar con los chicos que van desabrigados a clases o faltan por no tener cómo protegerse del frío.
REALIDAD
Para quienes no conocen, es importante mencionar que el establecimiento, que cuenta con jornada extendida de 8 a 15, recibe a cerca de 300 alumnos de Nivel Primario que llegan a una de las zonas desfavorables, donde se brinda almuerzo.
«Es una escuela muy humilde, en una zona de un barrio de emergencia que está a la vera del río Paraná, y se siente demasiado el frío», explicaron.
Es así que surgió la campaña del Ropero Escolar, donde se solicita la donación de ropas de abrigo, zapatillas, mantas, frazadas, medias, bufandas, guantes. Los interesados pueden acercar a la escuela.
Se trata de la segunda edición de la campaña, recordando que la primera surgió luego de que una madre mandara una carta a la seño, explicando que un niño faltaba a clases porque no tenía abrigo y hacía mucho frío.
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