Tras la muerte de Federico Sebastián Marín, alias “Morenita”, la Policía Federal dio detalles del procedimiento desplegado en Itatí. “Marín decidió enfrentar a tiros a los agentes federales que buscaban arrestarlo, hirió a dos de ellos, luego de lo que fue abatido en el enfrentamiento armado”, indicaron en un comunicado.
Federico Sebastián Marín, conocido en el mundo del hampa como “Morenita”, que en la naturaleza es un pez pequeño, sumamente escurridizo, que se utiliza como carnada, mote con el cual se hacía alusión a sus habilidades para escapar del brazo de la ley, fue el narcotraficante más buscado del país, desde febrero de 2023, momento en que gozaba de arresto domiciliario, y lo aprovechó para fugarse. Adujo que padecía una enfermedad y camino al hospital huyó sin dejar rastro, hasta este domingo en que fue abatido al enfrentarse a tiros con los investigadores federales.
Marín registraba el pedido de captura del Juzgado Federal de Morón, junto con otros tres, dispuestos por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 3, el Tribunal Oral Federal de Tucumán y el Juzgado Federal N° 2 de Corrientes, Secretaría Penal 1, todos vinculados a su actividad ilícita como narcotraficante; ramo en el cual no era muy querido, detalló el comunicado difundido este lunes.
Sin éxito en la búsqueda por parte de varias fuerzas federales y provinciales, la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar) a cargo de Diego Alejo Iglesias; Jorge Ernesto Rodríguez titular del Juzgado Federal N° 2 de Morón y Sebastián Basso, titular de la Fiscalía Federal de dicha localidad, le dieron intervención a la División Búsqueda de Prófugos de la Superintendencia de Investigaciones Federales de la Policía Federal Argentina, cuya misión es la búsqueda, localización y detención de prófugos, con carácter exclusivo y excluyente del accionar de otras reparticiones.
Los detectives se trasladaron en forma periódica a la localidad de Itatí, donde habían logrado establecer el lugar de residencia de familiares del prófugo. Llevaron adelante } diversas medidas de investigación como seguimiento de familiares, identificación de otros integrantes del entorno de “Morenita” que lo ayudaban a mantenerse prófugo; el montado de puestos de observación en zonas de monte de la costa correntina; intervenciones telefónicas, entre otras hasta que finalmente, los investigadores concluyeron que el fugitivo visitaba a sus familiares esporádicamente, pero que se encontraba guarecido en una isla del Río Paraná. Desde esa Isla, el prófugo alternaba entre diversos domicilios del territorio argentino y paraguayo, tornando extremadamente difícil capturarlo.
Avanzada la investigación siempre con el apoyo de las autoridades judiciales, los detectives de la División Búsqueda de Prófugos, con la posibilidad cierta de localizar y detener al fugitivo, se constituyeron en la Provincia de Corrientes, con el apoyo de una Brigada operativa del Departamento Antisecuestros Sur, dependiente también de la Superintendencia de Investigaciones Federales.
De esta forma, mientras una parte de los agentes federales monitoreaban los movimientos de la familia del fugitivo, otra había montado un puesto de observación en el monte correntino pegado a una playa muelle de pescadores, específicamente en un espacio, que “Morenita” usaba para ingresar a la provincia de Corrientes o reunirse con familiares.
De la sinergia producida por las operaciones policiales, se logró divisar a un masculino, que coincidía en apariencia con el fugitivo, quien en el lugar esperado, se subió rápidamente al automóvil familiar, sin que se lo pudiera identificar de modo indubitable, por lo que los agentes comenzaron a seguirlo.
Fruto de ello, el fugitivo fue finalmente interceptado en la esquina de Fray Justo Juan de Gamarra y Los Benedictinos, momento en el que, al verse cercado por el despliegue federal, “Morenita” quizás en la idea de no entregarse, no era muy querido por sus compinches de causa, y a pesar que estaba con su familia, arremetió a balazos contra los pesquisas, terminando el enfrentamiento con su muerte y con dos efectivos policiales con heridas de bala, quienes fueron asistidos y se encuentran fuera de peligro. Asimismo los familiares del buscado.
Intervino tras todo ello, el Juez Federal de Corrientes Juan Carlos Vallejos, y por cuestiones procedimentales la Gendarmería Nacional procedió al secuestro no solo del arma que Marín usó para repeler el accionar policial, una Bersa Thunder, si no también dentro del rodado en el que se movía con la familia una pistola 9mm Glock y tres revólveres todos listo para usar.
video y fotos PFA