Como un hábito diario, muchas personas empezaron a utilizar el mindfulness, también denominada atención plena, en sus vidas diarias.
EL LIBERTADOR averiguó acerca de este método junto con la licenciada en Psicología, Cynthia Calgaro (MP 964) que es especialista en terapia cognitiva basada en el mindfulness.
La psicóloga cuenta que el rango de personas que más recurren a las sesiones están entre los 20 a 35 años.
Los problemas más frecuentes que plantean son: «Autoestima, resistencia al cambio, miedo a lo nuevo, ansiedad en la vida académica, ansiedad social, dependencia emocional, preocupación excesiva por un reconocimiento exterior y todo lo relacionado a situaciones dentro de lo que ahora se conoce como familia disfuncional», comentó Calgaro.
Su elección por esta rama de la terapia cognitiva conductual fue: «Por una cuestión de afinidad intelectual tanto con la teoría como con la práctica. La premisa básica sería el entender que nuestras emociones están ligadas a nuestros patrones de pensamiento (esto sería la forma en que interpretamos la realidad), reconociendo que un pensamiento es un mero fenómeno mental que no siempre representa la realidad».
Todo empieza con un pensamiento, se vuelve una emoción y tal como lo dice la joven: «Que finalmente desemboca en acción o reacción».
Lo que hace la terapia cognitiva con ello: «Es acompañar a las personas en el proceso de descubrir aquellos patrones de pensamiento que generan malestar innecesario, por otro lado, se enfoca en el aquí y ahora, trabajando según objetivos puntuales acorde a las prioridades de cada persona», expresó Calgaro.
Esta terapia es relativamente breve en el tiempo, además, destacando el compromiso y responsabilidad que tiene con quienes recurren a ella: «El paciente como el psicólogo se vuelven un equipo de trabajo, la meta final sería que la persona aprenda a ayudarse a sí misma».
ATENCIÓN PLENA
Para empezar, Calgaro explicó que significa este término: «Si bien la palabra en inglés Mindfulness no tiene una verdadera traducción al español, una de las formas aceptadas es referirse a ella como atención plena».
Es un tipo de meditación, sus orígenes: «Se remonta a las practicas espirituales orientales, siendo implementada en el occidente como una herramienta psicoterapéutica independiente de las creencias espirituales originales, teniendo como piedra angular el ejercicio de la atención al momento presente con una actitud de aceptación, sin juzgar la experiencia», agregó.
Calgaro analizó a este tipo de método: «Es lo contrario a lo que estamos acostumbrados, y esto es vivir en piloto automático, en el que nuestra mente está o en el pasado que extrañamos o nos duele, o en todo caso en un futuro que nos preocupa y genera ansiedad».
Lo que tiene como beneficio el estado Mindfulness sería: «El poder estar presente en el aquí y ahora, momento a momento», dijo la psicóloga.
SUS BENEFICIOS
La práctica, al vivir en el presente, trae numerosos beneficios: «En síntesis, se la ha presentado como una aliada para un bienestar general. Los diferentes estudios científicos de los últimos 15 años relacionan su práctica con efectos como: claridad mental, aumento en la creatividad, disminución del estrés y ansiedad, aumento de la concentración y memoria, mayor rendimiento académico. También, se relaciona con la mejora del descanso, siendo de mucha ayuda para aquellos que sufren trastornos del sueño. Incluso existen estudios que vinculan al Mindfulness con la capacidad de sentir empatía, compasión y autoestima saludable», opinó la psicóloga.
FORMAL E INFORMAL
Existen dos tipos de meditaciones, la formal tiene como característica, la estructura: «En la práctica requiere que nos detengamos, que dejemos nuestros quehaceres cotidianos para tener una cita con nosotros mismos».
Para realizarla, se tiene diferentes opciones como: «Hacerlo desde el hogar, utilizando un audio de meditación guiada o puede ser en un taller grupal. Es el primer paso si se quiere comenzar con Mindfulness. Se requiere de un período inicial de práctica formal, para conocernos a nosotros mismos en un estado que no acostumbramos experimentar».
Una vez que hemos avanzado en nuestra práctica, es decir, poder tener una mayor atención al presente, se puede aplicar lo que es la meditación informal.
La psicóloga lo explicó: «Es el poder llevar a la vida cotidiana esa forma de experimentar el presente. Dentro de la bibliografía disponible sobre el tema, se encuentran muchos ejercicios recomendables para implementar la dimensión informal del Mindfulness».
Unos ejemplos que menciona Calgaro son: «El ejercicio de la uva pasa, el cual consiste en una meditación activa a la hora de comer. Otro ejemplo de práctica informal que suelo recomendar a menudo es el de la escucha en Mindfulness, esto se trata de brindar a un ser querido un momento en el que nos dedicamos a enfocar nuestra atención únicamente a aquello que nos quiere contar, dejando de lado cualquier distracción mental». Para finalizar, la joven especialista recomendó a aquellos que quieran introducirse en el tema «un libro básico y bastante entretenido que se llama «Busca en tu interior» de Chade Meng Tan».
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