Tres individuos fueron condenados a un año de prisión en suspenso por crueldad animal e infracción de la ley, tras ser interceptados transportando aves destinadas a riñas clandestinas. La sentencia fue dictada por la jueza Simy Beatriz Benasayag en el Juzgado de Garantías de Mercedes.
Los hechos se originaron el 23 de junio de 2025, cuando la Gendarmería Nacional detuvo una camioneta Nissan Frontier en la Ruta Nacional 123. En el vehículo, se encontraron catorce aves de riña (trece gallos y una gallina de raza Shamo Japonés), atadas y apiladas en condiciones insalubres, evidenciando «sufrimientos innecesarios» y un «estado de estrés». Además, se hallaron numerosos elementos vinculados a peleas de gallos, como guantes protectores, piqueras, picos de cromo cobalto, antibióticos, así como un box plegable y una alfombra con restos de sangre, lo que confirmó el propósito de las aves.
Los implicados aceptaron un juicio abreviado para evitar el debate oral, reconociendo su responsabilidad penal. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) ordenó el sacrificio y entierro de las aves debido al riesgo sanitario. Como parte de la condena, los acusados deberán cumplir reglas de conducta, como fijar residencia y no cometer nuevos delitos, además del decomiso de todos los elementos incautados

