Esta semana, las petroleras aplicarán un nuevo aumento al precio de los combustibles que se comercializan en las estaciones de servicio. En Corrientes, el valor de algunas marcas de nafta premium podría acercarse o superar los 300 pesos por litro.
Según trascendió en medios nacionales, el séptimo incremento de precios consecutivo sería este jueves o, a más tardar, durante el fin de semana, como parte del acuerdo entre el Gobierno nacional y las petroleras, vigente hasta el 15 de agosto, que plantea actualizaciones mensuales del 4 por ciento.
Lo cierto es que en Corrientes los incrementos vienen siendo en los últimos meses superiores a ese porcentaje, debido a cuestiones vinculadas a la logística, es decir al traslado del combustible desde las plantas de producción, ubicadas en el Centro y Sur del país, hasta la provincia.
Ese mismo factor es el que actualmente haya una fuerte diferencia entre lo que cuestan los productos que se expenden en las estaciones de servicio correntinas y las porteñas.
A modo de ejemplo el litro de nafta súper YPF costaba hasta el cierre de esta edición 224,6 pesos por litro en la Capital correntina, mientras que en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) valía 185,5; una diferencia de 39,1 pesos.
En el caso de la nafta Infinia de la petrolera de mayoría estatal, la brecha entre lo que cuesta en la Capital provincial y lo que vale en la ciudad de Buenos Aires es de 44,7 pesos; ya que vale 278,2 y 233,5, respectivamente.
Finalmente, el diesel Infinia, el más utilizado por los vehículos particulares gasoleros, cuesta 326, 2 pesos en esta parte del país, contra 282 en Caba; lo que representa una diferencia de 44,2.
Además de la diferencia de precios por cuestiones geográficas, vale mencionar que de aplicarse el incremento del 4 por ciento anunciado, el precio de la nafta V-Power, una de las más consumidas, superará la barrera de los 300 pesos en las estaciones de servicio Shell correntinas, ya que costaría 301,6, teniendo en cuenta que actualmente vale 290.
APORTE A LA
INFLACIÓN
Como es habitual, cada aumento del precio de los combustibles, además de ser un golpe directo al bolsillo de los propietarios de vehículos, implica un encarecimiento indirecto de otros productos, como los alimentos, que son transportados en transportes de cargas.
Esto se da en un ya complejo panorama inflacionario, con un Índice de Precios al Consumidor que fue del 8,3 por ciento en el Nordeste en abril, mientras que la cifra de mayo, que también será alta, se conocerá mañana.
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