Los almacenes y comercios barriales están afectados por la realidad de la crisis económica y sobre todo el impacto negativo de la falta de oportunidades frente a grandes cadenas de supermercado. Incluso se advierte una tendencia de cierre de locales de cercanía. Así lo analizan desde del Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci) de Corrientes, encargada de elaborar el índice Barrial de precios.
«Si bien no es nuestra competencia llevar un registro de la realidad comercial, es inevitable advertirlo teniendo en cuenta que son fuente de consulta», aclaró en diálogo con EL LIBERTADOR Silvana Lagraña, directora del Isepci de Corrientes y referente de Libres del Sur Corrientes.
A lo que señaló: «Planteamos varios factores elementos que no se tienen en cuenta a la hora de diseñar programas nacionales que no resuelven, son políticas ineficientes que sólo cambia el nombre. Algunos de esos puntos por ejemplo sólo contemplan las cadenas nacionales de supermercados, entonces no incluyen a todos, dejan afuera los comercios de cercanía».
Según los datos que llevan, durante 2022 cerraron entre un 6 y 7 por ciento , en un muestreo de 300 negocios.
«Vemos hace meses, hace más de un año, hay una tendencia al cierre de negocio porque se complica poder competir», indicó.
Revela que a partir de su análisis, los comercios barriales se encuentran en otras condiciones, de desigualdad o desventajas porque no cuentan con condiciones de competencia de capital para poder adecuarse a esos precios que están en oferta o que establecen en Precios Justos.
Sostiene que «las familias, hay productos como la carne, pan, verduras que compran día a día, lo hacen en cercanía, no es que miran las ofertas semanales de los supermercados para poder consumir».
Agregó: «Esto va acompañado en un contexto de inflación, donde la crisis económica se acentúa y las tarifas aumentan e impacta negativamente en comercios de barrios donde influye la pérdida del poder adquisitivo de la gente».
TRAMPA
Reveló que en algunas cadenas o mayoristas tienen estrategias engañosas para atraer al cliente: «Ofertas que se vuelven atractivas en consumidores, pero que la duración es corta, depende de la cantidad que decide vender, hasta agotar stock. Es una trampa para el consumidor, porque la oferta es de uno o dos artículos», señaló.
Esta visión local coincide con una nota publicada en un diario porteño donde expresan: «La aceleración inflacionaria impacta sobre todo en los comercios barriales. En febrero, el consumo de productos básicos (alimentos, bebidas, tocador y limpieza) en autoservicios y pequeñas cadenas de supermercados se contrajo 8,8 por ciento. De este modo, las tiendas de cercanía acumulan 12 meses consecutivos de caídas por las promociones y el impacto de Precios Justos, que se concentran en grandes cadenas e hipermercados».
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