Ayer, por casi dos horas y hasta cerca del mediodía, más de un centenar de mujeres de distintas líneas del peronismo local abogaron por la unidad del partido y respaldaron a la Vicepresidente, para que participe en este turno electoral, poniendo de manifiesto lo que consideran una actitud proscriptiva denunciada por la propia Cristina, cuando hizo pública la decisión de renunciar a cualquier postulación. El mismo acompañamiento se verificó ayer en distintas partes del país, en lo que se considera parte de un operativo clamor que encontrará su punto máximo el 24 de marzo venidero, con una movilización en Buenos Aires, en coincidencia con el día de la caída del Gobierno constitucional de Isabel Perón, hace 47 años.
En los últimos años, el peronismo ha estado a la vanguardia respecto a otras expresiones políticas de la vida nacional en el reconocimiento del papel y la importancia de las mujeres, al punto que la Carta Orgánica nacional como provincial consagran la paridad de género, con lo cual se elevó el cupo que tradicionalmente era del 30 por ciento al 50 por ciento, que rige tanto para cargos partidarios como electivos.
En la Provincia, sin embargo, no se logró que la legislación provincial garantice en los hechos una representación igualitaria en la conformación de los cuerpos legislativos ni tampoco que la paridad se extienda a otras áreas del Poder Ejecutivo, así como de la cúpula tribunalicia, dominada por hombres.
Otro aspecto inconcluso es que, ante la renuncia o muerte de una mujer, la suceda otra mujer. Algo que preocupa, porque hubo antecedentes en los que, al momento de la presentación de las listas, se cumplió con la presencia de la mujer, pero luego, en los casos más extremos, se las obligó a renunciar en beneficio de los hombres que las seguían en la lista; o ante la vacancia, primó el corrimiento y no la sustitución por otra mujer.
Hoy, el padrón femenino es mayor al masculino y es cada vez más notoria la participación de las mujeres que, recién en la década del 50, pudieron votar por iniciativa de Eva Perón.
Con la normativa vigente en el peronismo, las mujeres ya no tienen el reclamo del reconocimiento en cuanto a que se respete su inserción. La integración a las listas de los respectivos sectores internos se dirimirá en el ámbito de sus respectivos espacios, donde cada una de ellas tiene por delante el desafío de primar por sobre otras de la línea a la que pertenecen. Se trata de una cuestión que, de alguna manera, facilita en esta coyuntura al actual Interventor, que será el responsable de plasmar en una lista la representación equilibrada de los distintos sectores internos, como preludio a lo que será, en 2024, la puja por la nueva conducción partidaria.
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