La sucursal del Correo Argentino en la Capital correntina fue escenario revelador de una coyuntura advertida hace tiempo y que nadie puede solucionar: la dependencia de millones de argentinos a los planes sociales.
En las últimas horas, cuadras de personas haciendo fila para cobrar uno de los tantos subsidios que se otorgan en el país.
En esta ocasión se trató del programa Progresar, para jóvenes estudiantes, el cual además obtuvo un incremento del 42 por ciento anunciado por Nación en abril, que implicó un desembolso de 300 millones de dólares mediante acuerdo con el Banco Mundial, involucrando así a 1.700.000 jóvenes.
Con esta suba, el plan pasó a ser de 12.780 pesos y en la provincia impactó en más de 60 mil correntinos (según los últimos datos obtenidos), la mayoría residente en la Capital que debió exponerse a una espera agotadora que «envolvió» la sede de calle San Juan y San Martín.
Un apoyo que se torna sustento en medio de una debacle socioeconómica histórica.
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