Con una tonada muy particular, Minda dialogó con EL LIBERTADOR para contarnos que hace 19 años vive en Corrientes y que, en los últimos cinco años, con un poco de casualidad y otro poco de esfuerzo, logró que los correntinos conozcan y deleiten en su paladar una exquisitez muy característica de Venezuela.
¿Hace cuánto estás radicada con tu familia en Corrientes, y porqué elegiste Corrientes y no alguna otra provincia de Argentina?
-Llegamos a Corrientes en diciembre de 2003, mi hija más chica y mi esposo, él es correntino, por eso elegimos Corrientes como nuestra segunda Patria.
¿Qué hizo que quieras dejar tu país natal?
-Mi esposo había emigrado a Venezuela en los 80, invitado por una tía para trabajar en una fábrica de cristales, arte veneciano, ahí nos conocimos y llevábamos una vida linda hasta que el chavismo destruyó la economía y la sociedad del país. La destrucción comenzó desde el momento mismo de su ascensión, mi esposo, que había vivido todo el tema de la dictadura en Argentina, me dijo que ya había que vender todo y volar. Con todo el dolor de mi alma salimos de Venezuela con mi hija pequeña y dejando una mayor que estaba terminando la universidad.
-¿Ya viniste con tu familia armada, o con planes de armarla en Argentina?
Ya vine con mi familia armada, hoy mi hija chica está armando su familia aquí. Mi hija mayor, llegó hace 3 años y también está armando su nueva familia, son felices en Corrientes.
Nuestro plan era construir nuestra vida aquí.
¿Qué expectativas pensaste que podías tener en Argentina? ¿Qué tuvo de distinto este país con Venezuela en ese momento que lo dejaste?
-Siempre que uno emigra la idea es mejorar la calidad de vida, armar un lugar lindo para que los hijos crezcan sanos y con buenas costumbres, sin abandonar las que traemos de nuestro terruño.
Nosotras habíamos venido de vacaciones en 1997, no era desconocida la Ciudad, pero si había cambios importantes, el clima, la comida, las costumbres y La Siesta, nunca me acostumbré a la siesta, sí a que no hay que hacer ruido. Nos faltaba nuestra arepa.
Lo más importante que encontramos en Corrientes fue paz, fue seguridad, no teníamos eso en Venezuela en ese momento y a pesar de que las cosas hoy en Argentina son distintas al tiempo en el que llegamos, seguimos agradeciendo la paz y la seguridad que tenemos.
Cambiando un poco de tema, pero siguiendo, hablando de vos, antes de llevar a cabo este emprendimiento, ¿a qué te dedicabas? Y ¿cómo surgió la idea del emprendimiento gastronómico?
-Cuando llegué me costó conseguir trabajo, hay que considerar que Argentina estaba saliendo de todo el lio del 2000, por suerte soy muy habilidosa con las manos, me dediqué a hacer collares, aros (zarcillos), etcétera. Después una amiga me contrató en un Rapipago, cada 15 días, para atender los días cuando hay más vencimientos, mientras, daba clases particulares de matemáticas, hasta hoy lo sigo haciendo (me encanta). Trabajé con una fundación internacional que tenía como objetivo la capacitación a docentes en el uso de las tics, ese objetivo terminaba en 4 meses, al terminar con la fundación me dediqué a hacer flores de tela para los vestidos de las niñas, después para los vestidos de las grandes y para el cabello, en 2010 una amiga legisladora me contrató para ayudarla en la oficina, aún hoy colaboro con otra legisladora. Hace casi 4 años me invitaron por medio de la Unión de Colectividades, a participar de un Karaí Octubre, por supuesto fui con mis arepas junto a una amiga venezolana que vive aquí, gustaron las arepas. En abril de 2017 mi hija mayor viene a vivir a Corrientes y se nos ocurre trabajar en serio con las arepas, darlas a conocer en las ferias, por suerte se adaptaron al paladar de los correntinos y hoy ya nos conocen como Arepas las Venezolanas.
Cuando lo armaste, ¿pensaste que podías tener buenos resultados, o sabías que quizás no, pero igual te arriesgaste a ir por la gastronomía y no por otro tipo de emprendimiento?
-Cuando empezamos en las ferias no sabíamos que iban a gustar tanto y eso nos dio alas para seguir mejorando nuestros rellenos, amamos la cocina, siempre, por eso elegimos este emprendimiento.
Antes de empezar con la entrevista, estuve leyendo un poco acerca de este emprendimiento, leí que venden arepas venezolanas, ¿Ofrecen sólo esta opción como comida típica, o elaboran otras? Y ¿Por qué eligieron eso específicamente?
-Sí, vendemos arepas venezolanas, así nació nuestro emprendimiento, haciendo arepas, hoy tenemos un lugarcito en el Paseo San Luis, viernes y sábados y estamos armando un lugar, Las Venezolanas Arepa-Bar, para hacer no sólo arepas, también brindar otras ricuras de nuestra gastronomía, así como también platos locales, después de casi 17 años en Corrientes he aprendido bien.
Elegimos seguir haciendo arepas porque sabemos que gustan y son una opción distinta de las hamburguesas o las empanadas y es igual de fácil para comerlas. Vas te comés un par de arepas y es rico.
Actualmente, y como están las condiciones en el lugar que naciste, pero pensando en que si estaría bien y te harían elegir ¿Argentina o Venezuela?
-Uffff, que aprieto!!!!! Cuando salí de Venezuela dejé allá mi corazón, llegué aquí rota, hoy hice un corazón nuevo en Argentina, tengo dos corazones ahora, uno allá con mi hermana y otro aquí. No sé qué haría. No lo sé.
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