Las frutas exóticas son cada vez más demandadas en el mundo. Hay una gran variedad de ellas, de colores, texturas y sabores diversos: la pitahaya, mamón, arándanos, y carambola son algunas de las frutas tropicales, exóticos que ya se cultivan en Corrientes, de acuerdo a Jorge Romano, de la Asociación de Productores de Frutas Tropicales de Corrientes.
En una charla con EL LIBERTADOR, el productor destacó que mediante convenios con el Brasil, con México y el Inti (Instituto Nacional de Tecnología Industrial), se incentiva especialmente el cultivo de pitahaya en Empedrado y Capital, con el anhelo de que se extienda a varios puntos del Interior como Bella Vista, San Roque, San Antonio de Itatí y Paso de los Libres, donde tienen presencia. Se trata de producción a pequeña escala ya que se apunta a la diversificación.
Reconoció asimismo la dificultad de convencer a los productores de apostar por esta especie que no requiere de grandes extensiones de terreno para desarrollarse. «Basta -dijo-, con un patio o incluso una terraza», para producir.
Describió a la pitahaya o fruto del dragón, muy poco conocida en la región, como de sabor muy dulce que se consume solo, como fruta fresca o en licuados, mermelada, como jugo, en la merienda acompañando al yogurt. «Se puede usar para cerveza. Tengo una cerveza artesanal de pitahaya riquísima. Se hace cerveza, a base de Pitahaya», agregó.
«Queremos que se sepa que en Corrientes ya se produce, desde el año pasado, porque es una fruta que casi no se consigue». Dos familias se dedican a este cultivo en la Perla del Paraná, de acuerdo a Romano, que en su caso tiene plantas en su patio.
«Originaria de México de la época prehispánica, hoy su cultivo se extendió por todo el mundo. Existen diversas variedades de esta fruta. Nosotros estamos trabajando con dos variedades: la amarilla de pulpa blanca y la bermella, de pulpa roja, ambas superan los 500 gramos cada fruto y con unos 15 grados Brix (grados de azúcar en fruta), dijo a este diario el técnico agrónomo y fundador de la Asociación.
«Se trata de una fruta que es muy beneficiosa para la salud. Estudios científicos afirman que tiene propiedades para combatir ciertos tipos de cáncer. Además tiene una gran perspectiva dentro de lo que es la diversificación productiva», explicó el productor.
El clima de Corrientes, es ideal para esta especie que regala sus frutos en la temporada de verano hasta entrando el invierno.
«Nosotros no hacemos monocultivo, queremos que el productor diversifique, o sea que tenga mamón, pitahaya, maracuja, de todo un poco, que sea autosustentable. Apuntamos a la seguridad alimentaria, la soberanía alimentaria, en el campo popular. Entonces, tenemos fruta todo el año, alimento todo el año», remarcó.
Sobre el financiamiento, el agrónomo remarcó: «No recibimos apoyo del Gobierno de la provincia, trabajamos a pulmón. Probablemente haya un apoyo del Gobierno de la Nación, ojalá se concrete. Tenemos convenio con México desde 2018, con el Brasil desde 2020, carta de acuerdo con el Inti.
Comentó asimismo el productor que con el Inti, delegación Corrientes, se trabaja en conjunto «para la fabricación de las primeras máquinas de procesamiento de la fruta, para darle valor agregado. Serán máquinas hechas en Corrientes, con trabajo argentino».
«Estamos desde el año 2018, en Corrientes Capital, tenemos Personería Jurídica y el reconocimiento de la Municipalidad de Corrientes, de Empedrado, de Paso de los Libres y varios departamentos de Corrientes donde tenemos presencia», agregó Romano sobre el funcionamiento de la Asociación Civil sin fines de lucro.
Recordó además que se iniciaron las gestiones para conseguir un terreno de cinco hectáreas en la zona de Santa Catalina junto al río. La elección del lugar no es casual, sino que el río protege a los cultivos cercanos de las heladas, de acuerdo al productor.
«Favorece mucho el vapor que se levanta. El agua tarda mucho más en enfriarse, entonces ese vapor que se levanta forma una suerte de capa protectora de hasta 150 metros. Entonces los que vivimos junto al río no sufrimos las heladas», fundamentó el pedido estratégico del terreno para cultivos a la Municipalidad de Corrientes.
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