En los últimos meses se intensificó la cantidad de robos en casas en un tramo de la calle Gutenberg y sus alrededores, en el límite entre los barrios Sur y Berón de Astrada de la Capital.
Los vecinos, atemorizados, exigen más presencia policial e iluminación en la zona.
Gutenberg siempre fue conocida por ser una calle insegura, especialmente por los arrebatos durante horas de la noche y la siesta, debido a que es una arteria en la que la circulación vehicular es bastante fluida y permite la salida rápida hacia distintas zonas de la ciudad, lo que facilita el accionar de los motochorros.
Pero además de esa modalidad delictiva, EL LIBERTADOR pudo saber que en el último tiempo se incrementaron notablemente los robos a viviendas cuando sus habitantes no se encuentran en ellas.
De acuerdo a lo informado por vecinos, el área más afectada es la que está delimitada por las calles Necochea y Madariaga, donde en los últimos tres meses aproximadamente una decena de casas y comercios sufrieron el ingreso de ladrones o intentos de robo.
En la mayoría de los casos, los delincuentes optaron por llevarse dinero, artefactos u objetos de valor pequeños.
También, en otras ocasiones se llevaron o intentaron llevarse motos y bicicletas guardadas en los garajes y porches de las casas, que en su gran mayoría tienen altos muros o rejas que no llegan a ser un gran obstáculo para los dueños de lo ajeno.
«En las últimas dos semanas entraron a tres casas. La verdad es que tenemos mucho miedo y estamos buscando formas para protegernos», comentó a este medio una vecina.
Como medida preventiva, algunos vecinos piensan en colocar cámaras de seguridad o alarmas monitoreadas, pese a su alto costo que supera los 100 mil pesos sólo para la instalación, más cuotas mensuales de 5 mil o más por el monitoreo de una empresa de seguridad.
«Pedimos más presencia policial y mejor iluminación en algunos sectores, como Gutenberg y Lamadrid, que a la noche es una boca de lobo», dijo un vecino. Y agregó: «Nos gustaría que haya policías fijos en algunas esquinas, porque a veces sólo pasa un patrullero de vez en cuando y es obvio que con eso no alcanza».
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