Se realizó ayer a la mañana la 37ª Peregrinación de los Trabajadores y sus Familias al santuario arquidiocesano de San Cayetano en la localidad de Riachuelo, donde hoy seguirá el desfile incesante de fieles cristianos en este día del Santo Patrono de la Provincia, del Pan y el Trabajo, condiciones básicas para que haya paz en toda sociedad, a lo que se refirió el arzobispo de Corrientes, monseñor Andrés Stanovnik en su homilía, quien como cada año camina junto a los demás peregrinos.
«El trabajo dignifica la persona, por eso, con un lenguaje popular decimos que es vago el que no se gana el pan con el sudor de su frente. Vago quiere decir indefinido, impreciso, falto de identidad, disminuido en su humanidad. Hay que estar muy atento a una cultura que tienta con hacer plata, o conseguir plata, pero sin trabajar. Por eso, hoy que pasamos a saludar al santo de la paz, del pan y del trabajo, además de agradecer el trabajo que tenemos, acerquemos nuestra súplica también por los que no tienen trabajo; por el Estado y los empresarios, para que garanticen la ocupación; por los que sufren el trabajo sin las condiciones mínimas de seguridad y de salud; para que recuperemos con entusiasmo la cultura del trabajo y pongamos en el centro de nuestra vida y de nuestro sistema económico el sagrado valor de la persona y del trabajo», manifestó el Pastor mayor de la Iglesia en esta parte de la provincia.
SITUACIONES
Resaltó que «como Iglesia nos sentimos cerca de los trabajadores y sus familias, especialmente cuando atraviesan situaciones de sufrimiento, humillación y angustia por no ser valorados en su dignidad de personas y de trabajadores. Sientan la presencia y la protección de la Sagrada Familia de Nazaret», les dijo a los trabajadores y, precisamente, a sus familias. Y exclamó entonces: «¡Qué hermoso y reconfortante es ver a María, esposa fiel y madre tierna, en la cuidadosa tarea de educar a su hijo y ponerse al servicio de su prima Isabel, en medio de tantas dificultades por las que tuvo que atravesar! ¡Llena de gozo y esperanza ver a José, cuidando y defendiendo a María y a Jesús con su trabajo, hombre justo, fuerte y trabajador, al mismo tiempo de una gran ternura que le permite servir con humildad y generosidad!»
Finalizó la homilía con una súplica para «que, junto a San Cayetano, esta peregrinación despierte en nosotros la fe y nos haga sentir hambre del Pan de la Palabra y de la Eucaristía, y que esa fe nos comprometa a cuidarnos más unos a otros y a ser más solidarios y fraternos con todos».
Cuidó al pobre, hasta de los usureros
RIACHUELO. Ante otras manifestaciones, de las que se informa en la página anterior, monseñor Andrés Stanovnik en la primera parte de la homilía giró sus palabras en torno a la devoción a San Cayetano, a partir del lema de la 37ª Peregrinación, «Junto a San Cayetano, peregrinamos en la fe», y preguntó «¿Quién era San Cayetano, para que nos pongamos junto a él? ¿Qué tiene para decirnos hoy a nosotros este hombre que vivió hace más de 500 años? Nació en Vicenza, Italia. Era hijo de una familia noble y rica, por eso pudo estudiar, se graduó en los dos derechos y llegó a ser senador en su ciudad. Luego, decidió ser sacerdote y fue ordenado a los 36 años de edad», recordó.
CON POBRES Y ENFERMOS
El Arzobispo siguió diciendo que «Cayetano se destacó por ayudar y servir personalmente a los pobres y enfermos de su ciudad y atendía a los pacientes de las enfermedades más repugnantes. Fundó la congregación de los padres teatinos, que hasta hace poco atendía nuestra parroquia de Empedrado. Además, fundó hospitales y abrió hospicios para los ancianos, y los ‘Montes de Piedad’, que eran una especie de caja de ahorros para los pobres, donde podían extraer dinero a un interés muy bajo y así evitar que la gente de escasos recursos caiga en manos de los usureros».
SU DESEO, UN MODELO
El Arzobispo agregó que el Santo «fue un promotor entusiasta de la bendición con el Santísimo Sacramento y recomendó la comunión frecuente, sin duda una fuente de vigor espiritual que experimentó él mismo, por eso decía: ‘No estaré satisfecho sino hasta que vea a los cristianos acercarse al Banquete Celestial con sencillez de niños hambrientos y gozosos, y no llenos de miedo y falsa vergüenza’. Como sucedía en los tiempos de San Cayetano también sucede hoy, la fe cristiana de muchas personas, especialmente de los adolescentes y los jóvenes, pasaba por un período de crisis. Los adultos y las comunidades no lograban transmitir la fe y entusiasmar con la vida cristiana a los niños y los jóvenes. San Cayetano no se desanimó por esa crisis, sino que puso manos a la obra y son su testimonio de amor que dejó a la Iglesia y a los pobres, un ejemplo que transciende los siglos, y su vida hoy aún conmueve a muchos».
ESENCIA DE UN CATÓLICO
Luego, comentó que «a su gran amiga, Elizabeth Porto, le escribía en una carta contando que él se consideraba un pecador, y me tengo en muy poca cosa -le decía- pero me acojo a los que han servido al Señor con perfección, para que rueguen por ti a Cristo bendito y a su Madre; pero no olvides una cosa: todo lo que los santos hagan por tí de poco serviría sin tu cooperación; antes que nada es asunto tuyo, y, si quieres que Cristo te ame y te ayude, ámalo tú a Él y procura someter siempre tu voluntad a la suya, y no tengas la menor duda de que, aunque todos los santos y criaturas te abandonasen, Él siempre estará atento a tus necesidades».
«Cuidar el lugar donde vivimos», llamado y corrección fraterna
RIACHUELO. De tener que narrar el desarrollo de la 37ª Peregrinación de los Trabajadores y sus Familias al santuario arquidiocesano de San Cayetano, cabe precisar que se inició con la salida del sol en la rotonda de la Virgen de Itatí, acceso de la ciudad de Corrientes y se desplazó por la Ruta Nacional N° 12 hacia esta localidad, donde el Arzobispo, tras caminar también con los demás peregrinos, presidió la Misa en el predio del templo, quien al comenzar el momento de la homilía se refirió a una conducta concreta que aun es deficitaria, en especial si de cristianos se trata, a quienes Jesús les dijo que deben «ser luz del mundo y sal de la tierra».
«Perfecto todo, menos un detalle. Muchos vasitos plásticos desechados por el camino que entregaban los voluntarios con agua a los peregrinos ¡Eso no puede ser! Tenemos que cuidar el lugar donde vivimos; cuesta mucho, cuesta mucho cambiar la cabeza. Hubo mucho desecho de botellas y otros objetos», dijo el arzobispo, monseñor Andrés Stanovnik, hecho al que comparó para felicitar a la Peregrinación Juvenil del NEA, de unos 300 mil peregrinos, en la cual «los jóvenes van juntando los desechos mientras avanzan y al otro día las bolsas están apiladas para que los responsables de limpieza las puedan recoger».
«¡Es decir que se puede! Podemos cuidar el lugar que habitamos ¡Que San Cayetano también nos ayude a eso, eh!», expresó en un sentido llamado de atención en corrección fraterna, ocasión en que refirió por esa problemática a la encíclica del Papa Francisco, Laudato si’, encíclica que se centra en el planeta Tierra como lugar en el que viven las personas, defendiendo la naturaleza, la vida animal y las reformas energéticas.
Programa de hoy
Luego del saludo fervoroso y gozoso a las 00 horas en la vigilia para recibir este 7 de agosto, Día de San Cayetano, la jornada comenzaba con la primera misa.
El programa de la fiesta patronal continuará con una sucesión de misas; a las 7 con la de los servidores; a las 9, de los promeseros; a las 11, la de los trabajadores.
A las 12.30 dará inicio el Festival de San Cayetano.
A las 16, se llevará a cabo la procesión y misa, en tanto para finalizar la festividad, a las 19 se sorteará el bono contribución y será a las 20 cuando se oficie la última celebración eucarística del día.
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