El tema de la Coparticipación y la polémica entre la Casa Rosa Rosada con el Gobierno de la Ciudad está latente. Hubo oportunidad de negociar en el marco de la conciliación dispuesta por el alto Tribunal y prefirió jugar al todo por el todo. Sobre la mesa decagonal de la Corte está como tema a refrendar los supremos. En primer lugar, se desestimará la recusación con causa promovida por el kirchnerismo, a posteriori se rechazará «in limine» el recurso «in extremis» planteado contra la sentencia que dio la razón la Capital Federal. Y dará pautas concretas respecto al cumplimiento del fallo que aún no se torna operativo. Como telón de fondo, el implícito mensaje de que la Corte Suprema seguirá marcando el derrotero y los tiempos de la política en todas aquellas cuestiones en la que los propios políticos no sepan resolver sus diferencias. Dejará en claro, además, que el enjuiciamiento promovido lejos está de apartarlos de lo que consideran la recta interpretación de la ley.
03-POLITICA-5EL LIBERTADOR lo anticipó la semana anterior, cuando remarcó que se venía el fallo que terminó excluyendo al senador kirchnerista Doñate del Consejo de la Magistratura. Señaló en esa oportunidad que, en días más, sobrevendrían otras decisiones de alto impacto.
Desde los medios porteños resaltaron que una friolera de 35 mil millones de pesos que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) perdió en los últimos dos meses. Ello, producto del retaceo sistemático aplicado por el Gobierno central, a pesar de la definición de la Corte Suprema respecto a liberar los fondos coparticipables para el distrito porteño.
De esta manera, otra vez las miradas se posan en la mesa decagonal del cuarto piso del Palacio de Tribunales. Allí, los ministros aprontarían una nueva decisión debido al incumplimiento de la administración Fernández, luego de haber otorgado la cautelar a la gestión de Rodríguez Larreta por la distribución de los recursos correspondientes al sistema de goteo dinerario establecido a través de la Coparticipación Federal.
No es una novedad la tesitura asumida por los ministros que vienen actuando en un bloque sólido, tendiente a demostrar a la dirigencia política dónde se maneja el poder real. Ello fue advertido por EL LIBERTADOR el día después de la derrota del oficialismo nacional de 2021. En la tapa de la edición del 15 de noviembre se remarcó que las novedades no pasarían por Cristina Kirchner o por lo que hiciera la oposición, sino por los pasos que daría el más alto Tribunal de la Nación que, más allá de cualquier lectura, está sobre el oficialismo y la oposición. Es un poder en sí mismo, como que, importa recordar, a los pocos días de asumido Mauricio Macri resolvió en contra del nuevo gobierno el planteo promovido por tres gobernadores peronistas. De hecho, en esta composición de hoy de la Corte hay tres de los cuatro jueces de origen peronista que han hecho política y un cuarto que paradójicamente no lo es, pero es correntino, el esquinense ex presidente de la Corte hasta que asumió Rosatti.
En los hechos, se viene dando como EL LIBERTADOR lo dijo el 15 de noviembre de 2021.
Además, la Corte debe resolver dos presentaciones de Nación: la recusación a los ministros por «razones de decoro y delicadeza» y una revocatoria «in extremis» del propio fallo del Supremo Tribunal. Ambas cuestiones precederán a la decisión sobre los fondos, en el desarrollo temático de los planteos del oficialismo. Esto es, primero dejarán en claro que seguirán interviniendo; luego, descartarán todo análisis de la sentencia ya dictada, hecho lo cual darán pautas respecto a su cumplimiento, que puede llegar al embargo de las cuentas oficiales o la fijación de astreintes para los funcionarios responsables si no lo hicieren.
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