A finales de julio, Rodolfo Rogelio Rocha de 87 años, internado con Covid-19 en el Hospital Universitario de la ciudad de Mendoza, tenía una neumonía bilateral y un daño irreversible en los pulmones, por lo que había asumido con sus hijos y nietos que el final de su vida estaba cerca, y como último deseo pidió ver a su esposa Ana María, con quien estuvo en pareja por más de 60 años y padece Alzheimer.
El conmovedor encuentro quedó registrado en un video que se hizo viral, en el que se pueden ver apenas 10 segundos de un encuentro que duró 40 minutos. Ana María, de 78 años, logró ingresar a la habitación para ver a su esposo con ayuda del personal del hospital, que se esmeró para garantizar que pudieran verse a los ojos una última vez bajo todas las normas de bioseguridad correspondientes.
A pesar de la enfermedad que padece la mujer, Ana María y Rodolfo pudieron verse, tomarse de las manos, conversar y compartir un último momento juntos. “Fue una reunión en la cual ellos crearon un ambiente de paz y amor. Eran solamente ellos en su mundo disfrutando este contacto directo”, explicó Gustavo Nardi al sitio MDZ, uno de los nietos de Rodolfo, que a pesar de su emoción pudo documentar brevemente ese momento.
EL DESAFÍO DE RESPIRAR
Rodolfo fue buzo profesional y publicó cerca de 20 libros sobre su actividad profesional e investigaciones personales en una editorial familiar. Según cuentan sus hijos, el matrimonio formó una familia de 28 integrantes entre hijos, nietos y bisnietos, y fue inseparable hasta último momento: cuando Rodolfo supo que Ana María, que trabajó como docente y directora de escuelas, padecía Alzheimer, dedicó mucho tiempo a estudiar la enfermedad y las distintas formas de poder ayudarla y mejorar su calidad de vida.
En sus años de buzo, Rodolfo participó en una remoción con explosivos acuáticos en el Embalse El Nihuil en 1963. También fue uno de los primeros buzos que se sumergieron en las profundidades del Pozo de las Ánimas, sobre la cual publicó un libro en 1992. Además, participó del operativo de búsqueda de un avión y su tripulación caídos en agosto de 1985 en el Ullum, San Juan, y de la búsqueda del helicóptero que cayó en el Dique Potrerillos en 2015.
Aún después de jubilarse, Rodolfo seguía investigando y colaborando con rescates, pero a partir del diagnóstico de su mujer, se dedicó con devoción a cuidarla. “No sé si hubiera soportado verla morir”, confesó su nieto, y en ese encuentro viral se puede ver cómo se esforzaba en respirar esos difíciles días por ella.
“Fue internado por una neumonía bilateral y volvió a usar nuevamente máscaras de oxígeno. Una ironía para un buzo profesional que descendía a 100mts de profundidad”, comentó. “Su estado físico era tan óptimo que estuvo alrededor de 10 días respirando como si lo hiciera en un entrenamiento o simplemente dictando una capacitación para sus alumnos”. Finalmente, una semana después del encuentro con Ana María, el 3 de agosto, Rodolfo falleció.
Fuente: Infobae