En diálogo con EL LIBERTADOR, Antonio Gómez contó acerca de su rol en el teatro y en la dirección de obras teatrales. Además, confirmó que participará junto con su obra Los Sonámbulos del Festival del Teatro Larroque 2022, que se realizará el domingo 13, a las 19.30, en la Sala Alberto Paoli, siendo uno de los artistas más recomendados para ir a ver en dicho evento.
¿Cuándo te diste cuenta de que preferías ser actor y contador?
-Comencé teatro cuando estaba en segundo año de Ciencias Económicas, en la facultad de Resistencia. Lo que me pasó fue que ya no me estaba yendo tan bien como cuando había empezado la carrera; cada vez estaba más desconcentrado, me costaba mucho estudiar y no podía sacar materias, ni aprobar parciales. Hubo un día en el que mi cabeza me dijo «stop», y como ya venía con otros problemas de salud, fui a consultarle a un médico. Me dijo que estaba pasando por una crisis de estrés, y que hiciera algo que me guste y a la vez me tranquilice. Me dio dos opciones yoga o teatro. Probé yoga; no me gustó, y cuando empecé teatro, me encantó. Ahí me di cuenta de lo que realmente quería.
¿Hace cuántos años te gusta la actuación? ¿Te imaginabas que ibas a conseguir todos estos logros?
-Jamás pensé, ni me imaginé que me iba a dedicar a la actuación. Hay actores que desde chiquitos cuentan que hacían espectáculos o personajes para su familia, pero no fue mi caso. Mi primer protagónico iba a ser en mi último año de colegio, en 2010. La profesora me había dado un papel, me había estudiado el guión y ya sabía todo. El día que teníamos que actuar, no fui porque estaba lloviendo; lógicamente la profesora se enojó conmigo y fue una situación incómoda. Pero en ese momento, ni con esa oportunidad yo me había dado cuenta de que quería ser actor, sino que me di cuenta en el momento en que estaba trabado con la facultad.
Estudiaste comedia musical en Laura Fidalgo y te dieron el papel protagónico como el papá de Sofí en el musical de Hairs Pray. ¿Considerás que ese fue tu empujón para conseguir otros protagónicos y empezar tu carrera?
-No sé. Siempre soy de agradecer a todos mis profesores por igual, como en su momento le agradecí a Ángel Di Tella, que fue el primero que me abrió las puertas del Teatro Vera para actuar y también a los profesores del estudio de Laura Fidalgo, en el que aprendí un montón y pude mostrar todo el potencial que tenía. Pero en ambos casos, creo que ninguno me dio el empujón, porque en ese momento recién estaba comenzando con todo esto, y estaba más preocupado por disfrutar y hacer todo bien, que en pensar quién de los dos fue el que me empujó a la profesión.
Siendo actor, te ganaste una beca para estudiar teatro en Brasil; te fuiste y cuando volviste supiste que tenías que dirigirte a vos solo y actuar en tu unipersonal ¿Cómo fue esa experiencia?
-Esta experiencia comenzó en 2016, cuando de doce becados en todo el país, yo fui el único de toda la región del NEA, en el primer programa que se llama Artistas Emergentes. Fue una competencia nacional, en la cual todos tuvimos que competir y ser evaluados por jueces de toda la región, quedé en el sexto puesto con un promedio de 8,70. Estando en Brasil, hice más cursos y talleres de actuación, en uno de esos talleres me crucé con un director argentino, se me ocurrió preguntarle si estaba interesado en hacer una coproducción con Argentina y aceptó. Desde ese momento, empezamos a mandarle mails a Cristian Palacios para pedirle los derechos de autor para hacer la obra Los Sonámbulos. Después de tomarme unas pruebas, me dijo que ya estaba listo para actuar y que me cedía su obra, pero que yo le agregara lo que quisiese para sentirme más cómodo a la hora de interpretarla, y fue así como comenzó este proyecto unipersonal.
¿Te gusta más dirigir o actuar?
-Buenísima tu pregunta. En este momento estoy actuando y dirigiendo varios proyectos, algunos solo míos y otros colectivos. Me encantan las dos, son dos pasiones encontradas, que te generan algo distinto. Te respondería que por el momento estoy en las dos veredas, pero porque tengo más cancha en la actuación, siempre preferiría actuar.
Con tu unipersonal Los Sonámbulos, te permitió competir y representar a Corrientes en la Fiesta Provincial del Teatro. ¿Creés que fue porque te dirigiste a vos mismo, o si te dirigía otra persona lo hubieses ganado igual?
-La verdad que no te puedo responder con un sí o con un no, porque si yo estaba debajo de la dirección de otra persona quizás la puesta habría sido distinta, pero eso no quita que no lo hubiese ganado.
Volviendo sobre tu carrera como contador público. ¿Cómo están tus estudios universitarios? ¿Los abandonaste o los seguís cursando, pero sin presiones?
-No dejé la carrera, pero por el momento y por mis proyectos estoy dándole menos prioridad a los estudios y cuando pueda retomarlos, sí me gustaría recibirme y tener un título universitario también.
Hay muchos que opinan que la actuación no es una carrera y que si llega a ser una profesión «te morís de hambre». ¿Qué opinas al respecto?
-Para mí, no es cierto. Me parece que es una falsa apreciación que tiene la sociedad para nosotros los artistas, porque quizás no tengamos sueldos estables, o siempre trabajo, pero por lo menos elegimos vivir de eso, nos gusta trabajar y disfrutar de la actuación y no nos pasamos más de ocho horas trabajando de algo que no nos gusta solo para «vivir mejor» o más estable.
Mirando hacia atrás, ¿te hubieras arriesgado a ser sólo actor?
-Yo creo que en ese momento no me hubiera arriesgado, sobre todo porque no tenía idea de la actuación ni de la comedia musical, pero gracias a que empecé esa carrera de grado me di cuenta de que eso también me gustaba, pero si me dedicaba a eso, no sé si lo disfrutaría como disfruto de hacer teatro.
¿Te gustaría llegar más lejos, o sentís que por el momento está bien lo que conseguiste en este tiempo?
-Si bien yo creo que mi mayor problema es que nunca tuve un camino fijo, y tampoco nunca dije que quería ser actor y llegar a España. Sino que todo lo comencé porque me gustaba y quería hacerlo. No soy una persona ambiciosa que busca o quiere ser famoso en otro lugar que no sea en su provincia, sino que me gustaría ser reconocido por otros actores o por gente del teatro, eso para mí ya es lo mejor que me puede pasar.
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