Cuestionó las pretendidas intenciones de alterar las reglas de juego institucional. Cómo debería pararse el país ante el mundo.
02-TAPA-POLITICA-12El senador nacional por Misiones, Humberto Schavoni (PRO-Juntos por el Cambio), se lamentó de que «con este Gobierno es muy difícil establecer puntos de coincidencia, habida cuenta que el revanchismo, el oportunismo político, el cálculo, salen a la luz antes de buscar coincidencia en pos de solucionar los problemas del país».
Sobre este y otros temas de actualidad dialogó con los periodistas Gustavo Adolfo Ojeda y Darío Ramírez en el programa La Otra Campana, que se emite por LT7 Radio Corrientes en dúplex con LT25 Radio Guaraní de Curuzú Cuatiá.
Así se desarrolló la charla:
Nos gustaría sus reflexiones sobre los acontecimientos que pasaron, como el intento de asesinato a la vicepresidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner.
-En primer lugar, no está de más volver a reiterar nuestra condena a este tipo de hechos que en nada contribuyen a la convivencia democrática de los argentinos. Nosotros esa misma noche, el bloque de senadores, se solidarizó con la Vicepresidenta, repudiamos el hecho, queremos un pronto esclarecimiento. Pero, también advertimos que era impropio hacer una utilización política de este hecho. Lamentablemente, el oficialismo no se privó de eso, desde el primer momento, como que el Presidente, en una cadena nacional ya empezó a buscar culpables entre la oposición, los medios de comunicación y entre el sector judicial. Esto se materializó con el acto que se hizo el sábado en la Plaza de Mayo, donde claramente los expositores siguieron en esta línea de razonamiento. Lo de la misa en Luján era casi una muerte anunciada de lo que iba a pasar: se terminó distorsionando totalmente lo que debería ser un acto solemne de solidaridad, en un acto partidista que hasta la propia Iglesia salió a repudiar. Lamentablemente con este Gobierno es muy difícil establecer puntos de coincidencia, habida cuentas que el revanchismo, el oportunismo político, el cálculo, salen a la luz antes de buscar coincidencia en pos de solucionar los problemas del país.
Teniendo en cuenta que ya nos quedan pocos meses para las próximas elecciones, ¿deberían llevarse a cabo las primarias?
-Creo que las primarias es un mecanismo institucionalizado de selección de candidatos, que garantiza transparencia… Nosotros estamos en contra de alterar las reglas de juego institucionales, frente a un escenario electoral próximo. Creo que para las primarias se podrían modificar algunas cosas, pero en esencia, es un mecanismo que permite seleccionar los candidatos de manera mucho más transparente y equitativa, que los mecanismos partidarios cerrados.
EL MUNDO
Los noticiosos del mundo estuvieron acaparados por el fallecimiento de la reina Isabel. Veremos cómo siguen las relaciones de nuestro país con Inglaterra. Pero hay otros temas en la agenda: el tema de la grieta, los dólares que faltan en el país, etcétera.
-Yo creo que el mundo, después de la guerra fría y de la caída del muro de Berlín, ingresó en una etapa mucho más flexible en cuanto a los lineamientos ideológicos. Recordemos que antes uno estaba con un bloque o con el otro, no había otra posibilidad. Hoy tenemos la posibilidad de tener una política exterior flexible, inteligente y fundamentalmente que obedezca a los intereses concretos del país. Ciertamente nuestros valores compartidos son con Occidente y paralelamente Occidente es quien nos puede proveer de mayores recursos que el país necesita. Por lo tanto, no me parece inteligente la política exterior que sigue una vez más el gobierno kirchnerista, donde el eje Venezuela, Irán, Nicaragua, nos aleja de ser países confiables para Occidente. Hay que tener relaciones buenas con todos. Yo creo que China es un actor con quien no podemos estar alejados, porque es nuestro principal comprador de materias primas. Pero creo también que la política de alineamiento tiene que pasar por nuestras necesidades y valores. En eso, claramente, Occidente, Europa, Estados Unidos, son los ámbitos naturales donde debería bregar nuestra política exterior.
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