Ayer, Goya sirvió como escenario de doble lanzamiento político electoral. Por un lado, se formalizó el ungimiento de Mariano Hormaechea como candidato a Intendente de la segunda ciudad de la Provincia. Por el otro, un detalle que se desprende de esta misma nominación: el estreno del espacio que impulsa Gustavo Valdés, Vamos Corrientes.
03-POLITICA-18El Secretario de Desarrollo Social de Ignacio Osella correrá con los colores oficialista bajo la denominación de Vamos Goya. Se trata de una presentación en sociedad de una oferta que busca ser diferenciadora del histórico y ya desgastado Encuentro por Corrientes.
La decisión de ungir a Hormaechea se dio en la mañana de este viernes, en la sede del centenario partido, ubicada en calle Juan Esteban Martínez. Allí, los integrantes del Comité Departamental de la Unión Cívica Radical de Goya consensuaron por unanimidad proclamar como cabeza de la fórmula municipal al alfil de Osella, ratificando además el apoyo a Gustavo Valdés.
Es oportuno mencionar que este ungimiento no se dio sin problemas. Hubo más que chispazos y, por momentos, el territorio goyano se convirtió en prueba cabal de las controversias latentes en la UCR provincial, así como en ECO. Ello derivó en el pedido de renuncia que realizara en su momento el propio Gobernador al ahora ex director del hospital Zonal, Raúl Martínez. Este dirigente radical osó autopostularse como precandidato a Jefe comunal, a pesar de que tanto Osella como el mandatario correntino habían señalado a Hormaechea como el hombre a seguir en las urnas.
El motivo esgrimido por Valdés para solicitarle la renuncia fue muy oportuno. Le reclamó que como titular de un centro de salud en medio de la pandemia, no podía dirigir un lugar en el que se libra el combate contra el coronavirus y a la vez andar de campaña por la ciudad. Esta decisión provocó una guerra de guerrillas en el partido de Alem goyano, que repercutió en otros distritos, donde las tropas ricardistas y valdesistas aún mantienen fuego cruzado.
Por ello, el hecho ocurrido ayer, de la nominación orgánica del Comité Departamental de la UCR, no significa que no habrá resquemores y un posible «fuego amigo» en el camino a las urnas.