Así lo vislumbra el analista Jorge Castro. Dijo que el sistema de poder norteamericano detectaba esa falta de poder, que ahora lo vio configurado en Massa. El Ministro de Economía trae así un importante voto de confianza del país del Norte, que se proyecta hacia el resto del mundo.
02-TAPA-POLITICA-20«El sistema de poder norteamericano la preocupación fundamental que tenía, respecto a la Argentina, era la ausencia del poder político en el país por la desaparición de la autoridad presidencial del presidente Alberto Fernández. Ahora, lo que ha visto es que, claramente, en la coalición gobernante, el centro del poder es Sergio Massa y por lo tanto ha reaparecido el poder político en la Argentina. Lo que esto significa es que se le ha dado un voto de confianza a Sergio Massa de parte del sistema del poder norteamericano y por extensión el sistema de poder en el mundo».
La larga parrafada corresponde al analista político Jorge Castro, especialista en temas internacionales, habitual fuente de consulta del programa dominical La Otra Campana, cuyas entrevistas reproduce EL LIBERTADOR. En diálogo con los periodistas Gustavo Adolfo Ojeda y Darío Ramírez por LT7 Radio Corrientes y LT25 Radio Guaraní de Curuzú Cuatiá, tales fueron los conceptos de Castro:
¿Qué destacaría del panorama político de la coyuntura?
-Hay que destacar el viaje a los Estados Unidos del ministro de Economía, Sergio Massa, que ha tenido una recepción donde se le han abierto todas las puertas en el sistema del poder norteamericano. Incluso, y esto es probablemente lo más importante, la reunión que tuvo con la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, que es el núcleo del poder en Estados Unidos y que le dio un respaldo notable a Sergio Massa como ministro de Economía y algo más. Fue recibido como un virtual presidente de la Argentina. El sistema de poder norteamericano, la preocupación fundamental que tenía respecto a la Argentina era la ausencia del poder político en el país por la desaparición de la autoridad presidencial del presidente Alberto Fernández. Ahora, lo que ha visto es que claramente, en la coalición gobernante, el centro del poder es Sergio Massa y por lo tanto, ha reaparecido el poder político en la Argentina. Lo que esto significa es que se le ha dado un voto de confianza a Sergio Massa de parte del sistema del poder norteamericano y por extensión el sistema de poder en el mundo.
POSICIONAMIENTO
¿Cómo lo posiciona esto a Sergio Massa en el sistema político argentino?
-La posibilidad de que ocurra, esto es que sea una figura presidenciable, depende de los resultados de la gestión. Si Sergio Massa logra revertir las tendencias fundamentales de la actual situación económica, lo que significa una gran incorporación de dólares al Banco Central en el contexto de una extraordinaria posibilidad que se le ofrece a las exportaciones argentinas en el mundo y a esto se le suma el hecho de que hay una disminución de la tasa de inflación a través de lo que puede considerarse el comienzo de un plan de estabilización, en este caso sus posibilidades políticas, claramente como representación de la coalición gobernante, son muy importantes. Hay que ver cómo se desarrollan los acontecimientos. Significaría una novedad en el actual contexto político gubernamental, donde la totalidad de las encuestas predicen o prevén una derrota extraordinaria para la coalición gobernante.
Final abierto en Brasil
En octubre se vienen las elecciones en Brasil, un aliado importante para la Argentina.
-Hay una diferencia significativa de entre 6 y 8 puntos en las elecciones brasileñas a favor de Lula sobre Bolsonaro. Pero el dato estratégico fundamental a tomar en cuenta para comprender lo que significa esta gran diferencia entre los dos candidatos, es que en el mes de diciembre del año pasado la diferencia no era de 6 u 8 puntos, sino que era de 27 puntos a favor de Lula sobre Bolsonaro. Esto significa que en el proceso electoral brasileño hay una tendencia notable a la reducción de la diferencia entre los dos candidatos. Y en las últimas dos semanas, Bolsonaro ha logrado cuestiones significativas. En primer lugar, las encuestas le dan ahora delante de Lula en el estado de Río de Janeiro, que es el tercer estado brasileño después de San Pablo y Minas Gerais. El punto que conviene señalar, es que en el proceso electoral brasileño, si bien se sigue dando una diferencia favorable de Lula sobre Bolsonaro, la tendencia es una polarización absoluta y en las últimas dos semanas, Bolsonaro ha demostrado una notable capacidad de movilización de sus simpatizantes en todo Brasil, pero especialmente en Río y en San Pablo. En otros términos, en el proceso electoral brasileño todavía hay un final abierto y no hay que descartar que en la segunda vuelta, que es segura, Bolsonaro pueda dar una sorpresa en lo que se refiere una ventaja breve sobre Lula.
Jaque a la Reina
Nuestro país siempre ha tenido una relación particular con el Reino Unido. Este país está enterrando a su reina, que durante 70 años gobernó Inglaterra. Yo no digo que va a cambiar la política exterior de Gran Bretaña para con nuestro país, pero seguramente podemos ser un poco optimistas en poder mejorar las relaciones con el Viejo Mundo ¿O no?
-La Reina Isabel II de Gran Bretaña gobernó por 70 años, de modo que la mayor parte de la población británica no tuvo otra reina. La única fue Isabel II. De modo que se confundió, ante la opinión pública británica, la monarquía con Isabel II. Esto le otorgó a Isabel una extraordinaria resonancia y respaldo en la opinión pública británica. Por lo tanto, la situación que enfrenta su heredero, el príncipe Carlos, ahora nuevo rey de Gran Bretaña, es una situación absolutamente distinta porque él carece de ese grado de unanimidad que tuvo su madre, Isabel II, a lo largo de 70 años. Y esto sucede cuando Gran Bretaña es el país europeo que enfrenta la mayor crisis económica y cuando, al mismo tiempo, lo que tiene que enfrentar el nuevo monarca británico es una situación donde encuentra al país después del Brexit, que es su salida formal y definitiva de la Unión Europea. Además, nuevamente se ha planteado, de parte de Escocia, la necesidad para reclamar un nuevo referéndum para establecer su independencia respecto del Reino Unido. Una situación similar se presenta en Irlanda del Norte, donde el que gobierna allí es el antiguo partido separatista irlandés y que lo que está ante la vista es la posibilidad de su integración con la República de Irlanda, que es la que representa la parte Sur de la isla y que por lo tanto, implica que toda una parte significativa del Reino Unido dejaría de ser integrante de Gran Bretaña. Una parte significativa estaría integrada a la Unión Europea.
Existe la posibilidad de que Nueva Zelanda y Canadá estén saliendo…
-Estos países son integrantes del Commonwealth (la Mancomunidad de Naciones), lo que significa que la Jefatura del Estado está en manos de una representante designada por el monarca británico. En Australia está planteada la posibilidad de salir del Commonwealth y declarar la república.
Está latente esta posibilidad tras la muerte Isabel…
-Exactamente.
Cuando la reina asumió en Inglaterra y en el país gobernaba el peronismo, también nuestro país estuvo representado por nuestro embajador. Siempre estuvimos dando una representación diplomática.
-Lo que llama la atención es el hecho de que el presidente (Jair) Bolsonaro de Brasil, haya viajado a Londres para participar de forma directa de los funerales a la reina Isabel II. Y en la Argentina es muy importante tener en cuenta siempre cuál es la actitud de Brasil en el contexto internacional. Llama la atención que el país no esté representado por el Presidente argentino, en este momento de extrema importancia para la historia británica y, por extensión, europea.
Volviendo a la gestión de Massa, ¿Cree logrará traer dólares?
-Es lo que ha hecho. Ha tenido un éxito significativo con este nuevo dólar soja que ha establecido el gobierno del Ministro de Economía, en el sentido de que ha habido un ingreso de dólares de extraordinaria importancia al Banco Central de la Argentina. Se han incorporado más de 5.7 de toneladas de soja y se han incorporado al Banco Central más de 3 mil millones de dólares.
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