El periodista Nicolas Kasanzew, que participó en la guerra de Malvinas como corresponsal, se encuentra en Corrientes para brindar una conferencia este viernes, junto a los aviadores navales Owen Crippa y José Arca. Entrevistado por EL LIBERTADOR, el reportero adelantó algunas de las cuestiones que abordará en su disertación, como la “tergiversación y ocultamiento” de algunos hechos del conflicto armado y contará situaciones que le tocó vivir en las islas del Atlántico Sur, como la vez que le disparó un cañonazo a los británicos.
El periodista, mencionó que durante la charla dará su “visión como corresponsal de guerra de estos acontecimientos que durante los 40 años que siguieron al 82 fueron tergiversados y ocultados, en muchos casos”.
A modo de ejemplo, planteó: “Algo que se repite hasta el día de hoy es que mandamos chicos a la guerra, sobrentendiendo que eran dignos de lástima. Tenían 18 y 19 años, y una inmensa cantidad de los soldados ingleses, lo dicen los propios soldados ingleses y están los videos en YouTube, tenían 17 años. Hay ingleses muertos en combate de 16 y 17 años. Nuestros soldados eran jóvenes, pero pelearon como hombres”.
Continuando con lo anterior, Kasanzew expuso: “Se oculta que un soldado de 18 años, Oscar Ledesma, abatió nada menos que al jefe de los paracaidistas británicos en la batalla de Darwin. Estas historias se ocultan porque si se contara la verdad de cómo combatieron nuestros conscriptos se cae como un castillo de naipes la mentira de que mandamos chicos dignos de lástima”.
Al ser consultado sobre su experiencia como corresponsal de guerra, comentó: “Para mí fue un privilegio como periodista, porque cualquier situación extrema desnuda al ser humano, se can las caretas y nadie puede aparentar lo que no es; eso es apasionante observarlo para un periodista. Yo he visto leones que sacaban pecho convertidos en corderitos y gente que parecía un cordero, que no dabas dos centavos por ellos, convertidos en león”.
“Además, sobre todas las cosas, era mi guerra, era mi país que se estaba defendiendo contra la agresión de un imperio apoyado casi por el resto del mundo. Sentí el gran orgullo de ver como nuestros pilotos diezmaban a la flota inglesa con aviones que eran mucho más obsoletos que el resto de los integrantes de la contienda. Eso debería llenar de orgullo a todo el pueblo argentino y lo han privado de esa posibilidad contándole solamente historias de miseria de la guerra de Malvinas, que existieron y deben ser conocidas, pero hay que hacer un balance entre la miseria y la grandeza que son los hechos heroicos de nuestros combatientes”.
Para último, relató la anécdota que más lo marcó durante su estadía en la perdida perla austral. “Con mi camarógrafo siempre pedíamos armas para participar de la defensa, porque primero nos considerábamos argentinos y después periodistas. Nunca nos dieron armas y se reían de nosotros lo militares, pero dos días antes de la rendición, filmando un combate de artillería, me permitieron tirarle un cañonazo a los ingleses. Eso me llenó de satisfacción y orgullo, no porque eso me convierta en combatiente, sino porque pienso que representa lo que hubiesen querido hacer 200 mil civiles que se anotaron de adultos para ir a defender Malvinas”, finalizó.