Ayer, la Justicia correntina condenó a César Acevedo a prisión perpetua por el femicidio de Alba Ricotti. En horas de la mañana, el Tribunal de Juicio encontró culpable al individuo por el delito de «homicidio calificado por la relación de pareja y por haber sido cometido en contexto de violencia de género», por lo que Acevedo continuará detenido y en los próximos días se conocerán los fundamentos de la resolución.
La audiencia inició alrededor de las 8, en la sala de debate del tribunal, donde se realizaron los alegatos. Fue Lucrecia Troia Quirch, quien encabezó la acusación pública e investigó el caso desde el inicio; en tanto que, la querella estuvo a cargo de Conrado Rudy Pérez González Ocanto. «Tanto la fiscalía como la querella coincidieron en el pedido de prisión perpetua para el único imputado», señala el informe oficial emitido por el Poder Judicial.
Asimismo, también estuvieron autoridades de la Asesoría de Menores y la defensa del acusado estuvo a cargo de Nicolás Báez y Enrique Pérez Díaz, quienes pidieron la absolución del implicado, solicitud que finalmente fue desestimada, en el tercer juicio oral por tribunal efectuado con el nuevo Código Procesal Penal.
EL HECHO
Todo ocurrió el 25 de enero de este año, hace casi nueve meses, en el domicilio de Alba Ricotti, en el barrio Serantes de la Capital correntina, donde convivía junto al atacante, César Acevedo, y su hija, una nena de 12 años, quien fue testigo presencial del crimen. Tras el ataque, la mujer fue trasladada de urgencia al centro de salud, donde falleció cuatro días después, a raíz de las gravísimas quemaduras que sufrió.
Un factor clave para el desarrollo del juicio fue la reproducción de la Cámara Gesell realizada en la Oficina Judicial, la cual permitió a la hija de la víctima relatar el episodio. La niña explicó que su madre conversaba con el imputado y en un momento la buscó para comunicarle que la relación había terminado.
Fue esa situación la que generó la reacción de Acevedo, quien llevó a la víctima hacia el patio. La menor ingresó a la casa y escuchó el ruido del líquido, fue a abrir la puerta y se encontró con una estremecedora imagen: vio a su madre envuelta en llamas. El relato y la autoría del ahora condenado se vieron respaldadas por las comunicaciones que Ricotti entabló con su hermana, sus compañeras de trabajo y su amiga, a las que contaba todas las agresiones que sufría esa última semana.
FALLO
Un total de 21 testigos declararon la semana pasada, 14 ofrecidos por la fiscalía y otros siete propuestos por la defensa; en tanto que el jueves se realizó la inspección ocular, lo que implicó que las autoridades se trasladaran al lugar del crimen, a requerimiento de la defensa, para escuchar al acusado.
Así, a media mañana de ayer, y ante la presencia de familiares y público en general, el tribunal resolvió condenar a prisión perpetua, fallo en el que se tuvo en cuenta el testimonio de la hija de Ricotti. «Cabe destacar que se trata de un juicio realizado en tiempo récord a la luz de la celeridad que impone el nuevo Código Procesal Penal que en la Capital se implementa desde el 8 de noviembre del año pasado», resalta el informe judicial.
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