El líder de la Unión Cívica Radical Correntina, Ricardo Colombi ocupó un multimedio para bajar línea respecto a lo que debería hacer respecto a la fórmula principal que competirá para sostener los hilos de la Provincia. Habló de «blindar» el tándem. Una especie de exhortación correligionaria que no cayó del todo bien ni entre los radicales, ni mucho menos en los aliados dentro de ECO.
Se debe tener en cuenta que, por estos días, el Gobernador deshoja la margarita, la cual -según él mismo manifestó- tiene nueve lugares; sosteniendo la analogía, nueve pétalos que hasta el momento no se sabe cuántos arrancó.
Haciendo gala de «tiempista», Gustavo Valdés mantiene diálogo con los referentes de los diferentes socios políticos. Es consciente de que la diáspora radical que se evidencia en diferentes municipios del Interior podría incrementar sus réplicas conforme se vayan acortando los tiempos electorales, más incluso teniendo en cuenta que este sábado se conocerán los nombres de los candidatos, lo que conllevará más reyertas en la alianza gobernante, a sabiendas de lo que fue durante la presentación de alianzas.
Con este escenario político oficialista, enclenque y áspero, el mandatario provincial considera necesario involucrar a las fuerzas que históricamente fueron avasalladas por el poderío radical. Así es que aparecen exponentes como José Romero Brisco, al frente del Partido Autonomista. Ni qué decir de Pedro Cassani, con su poderoso ELI.
Hasta el PRO del ministro Schiavi. Todos espacios políticos que supieron acompañar desde roles secundarios y, en casos como el de «Perucho», coprotagónicos que podrían adquirir aún más relevancia para los próximos cuatro años.
Habrá que ver si la lista que el propio Valdés supo anticipar ya se acortó suficiente como para que los que quedaron afuera de la posibilidad de ser Vice, haya saboreado lo agridulce y se apresten a trabajar a destajo para un triunfo oficialista.
