El cadáver del segundo comandante de Gendarmería, Gustavo Elorrieta, quien estaba desaparecido desde el pasado domingo 10, fue encontrado ayer en un descampado en la zona rural de Roldán, localidad vecina a Rosario, Santa Fe. «El cuerpo del gendarme de 42 años, oriundo de Corrientes, estaba dentro de un aljibe en un campo, cerca de un camino rural en Roldán, localidad donde vive su expareja. Tenía heridas en la cabeza», según los primeros datos.
«Elorrieta habría sido atacado con una maza y luego su cuerpo fue escondido en un campo cercano a la casa de su expareja, que quedó detenida, junto a su hijo de 17 años, y dos jóvenes, quienes habrían participado en el momento de ocultar el cadáver. Hasta ahora se desconoce el móvil del crimen», informaron los colegas del medio porteño La Nación.
El segundo comandante de Gendarmería, nacido en Monte Caseros, debía asistir la semana pasada a un curso de capacitación en la escuela de esa fuerza en Ezeiza, pero nunca llegó. La última vez fue visto en la casa de su expareja en Roldán.
De acuerdo con las fuentes, se realizaron allanamientos en la casa de la exesposa de Elorrieta y en el dormitorio y en el baño se encontraron rastros de sangre. En el auto en el que se movía el gendarme, un Volkswagen Bora, también se encontró una maza con rastros de pelo y sangre.
Tracsendió también que cuatro personas quedaron detenidas poco después de las 19, entre los que se encuentra la expareja de Elorrieta, su hijo y dos jóvenes, quienes habrían participado del ocultamiento del cadáver.
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