En el Gobierno central habría confianza respecto a los guarismos que arroje el próximo informe sobre el índice de precios al consumidor que se presentará el jueves 12.
Será el nivel inflacionario de diciembre, lo que cerrará un 2022 calamitoso en cuanto a la escalada que debieron padecer los argentinos, más aún en la región del Nordeste, la más pobre y la que mayores incrementos se dieron en los distintos rubros durante todo el año.
Con una semana de anticipación, en Balcarce 50 se entusiasman con la posibilidad de que la inflación de diciembre se ubique nuevamente por debajo del 5 por ciento.
«Tenemos datos preliminares que indican una moderación en las subas de los alimentos, que podrían rondar en los supermercados el 3,5 por ciento», habrían afirmado a la prensa desde Nación, donde se pondera que se da una tracción «del indicador general hacia abajo».
De todas formas, sigue representando una constante variación de los valores de distintos productos y servicios, encareciendo las prestaciones y las góndolas. Es más, los rubros de alimentos y bebidas fueron los de mayor incidencia en casi todas las regiones, por su peso dentro del índice general. Y siempre, la región que contiene a las provincias más postergadas como Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones mostraron porcentuales por encima del Centro rico del país, con el Gran Buenos Aires con valores más aplacados que los del NEA.
A pesar de cerrar un año con la inflación más alta de los últimos años, en el Gobierno central se toma a los porcentajes de los últimos meses como un dato positivo, dándole un valor de aliciente adicional al hecho de que la inflación acumulada no alcanzaría los tres dígitos, un umbral muy duro hasta en términos psicológicos. O sea, el informe del organismo nacional contrastaría con lo que pronosticaron numerosas consultoras y líderes de la oposición.
.