En horas de la tarde de este lunes, familiares de Eustaquio “Papi” Miño, uno de los grandes exponentes del chamamé correntino, informaron su fallecimiento.
La hermana del músico informó de su partida a la edad de 77 años, en la ciudad de Corrientes. Los restos del músico serán trasladados a su pueblo natal, Mburucuyá, donde se le rendirá el último adiós, indicaron los familiares, quienes además informaron que su velatorio se realizaba desde anoche en el Museo del Chamamé en la Capital provincial.
Se trata de uno de los más destacados chamameceros de la provincia, de gran relevancia y reconocido por su dedicación y pasión.
Bandoneonista y compositor, Eustaquio Miño (hijo), conocido como «Papi», nació en Mburucuyá el 24 de diciembre de 1948.
Hijo del destacado bandeononista de igual nombre, recibió de su padre sus primeras lecciones musicales, señala el portal digital fundacionmemoriadelchamame.
En 1965 en la pista La Querencia, regenteada por su padre, sube al escenario para integrar el conjunto paterno por primera vez, reemplazándolo en el rol de bandeononista.
El conjunto propio de Papi Miño llevó grabado una docena de discos, en los que recreó clásicos de su padre, como El Puestero, La Querencia, Cañada Fragosa, y recreó logradas versiones de obras como Asayé Pueité, Peoncito de estancia, Fierro e’ punta, entre otras.
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