Olimpia Kings rompió una sequía de seis años y volvió a reinar en el básquet paraguayo. El «Franjeado» se consagró campeón de la Liga Nacional de Primera tras imponerse por 92-80 en el cuarto juego ante Deportivo San José, en el León Condou, para cerrar la serie por 3-1 y conquistar el título número 35 de su historia. Con este logro, no solo reafirma su estatus de máximo ganador del país -muy lejos del propio San José, que lo sigue con 18 conquistas-, sino que también puso fin a la hegemonía del «Santo», que venía de levantar ocho trofeos consecutivos.
El éxito llegó de la mano de Javier Martínez, el histórico base paraguayo que brilló en la Liga Nacional con Regatas Corrientes y que, en su primera temporada como entrenador principal, condujo a los Kings a la gloria. Martínez, tras formarse con las divisiones menores, encontró un equipo con viejos conocidos del básquet argentino para pelear la corona.
Desde Jeremiah Wood -figura con 16 puntos y 6 rebotes, histórico por su paso por San Martín de Corrientes- hasta Pablo Espinoza, quien defendió la camiseta de Independiente de Oliva en la última Liga Nacional, pasando por Tobías Gómez, con pasado en La Unión de Formosa, y Jorge Martínez, ex Oberá y máximo tirador del torneo, todos fueron parte clave de un Olimpia que supo imponer su jerarquía en la serie.
La final tuvo momentos para todos, pero Olimpia siempre marcó el pulso. Los de Martínez arrancaron dominando con victorias por 75-74 y 89-66 en los dos primeros juegos, sufrieron un traspié en el tercero (83-66 para San José), pero sellaron la historia con autoridad en el cuarto. Del otro lado, también hubo nombres familiares para el básquet argentino: Nicolás Paletta fue la figura del «Santo» con 16 puntos, acompañado por Sebastián Picton (8 puntos y 4 rebotes).
Pero nada alcanzó para evitar que Olimpia, con la mística de sus figuras y un entrenador que ya es símbolo dentro y fuera de la cancha, levante otra vez el trofeo más importante del básquet guaraní.
Tras el éxito, Javier Martínez declaró que trabaja todos los días «para ser un campeón de la vida» y que este título es un «broche de oro» que estaban esperando por muchos años. «Seguimos cosechando títulos», agregó.
«Ahora a disfrutar, tenemos una Liga Sudamericana por delante y vamos a redoblar esfuerzos. Trabajo cumplido, la misión sigue todo el año», sentenció.

