El papa León XIV celebró este viernes su primera misa en la Capilla Sixtina. El primer pontífice norteamericano de la historia, presidió su primera misa ante los cardenales y les dijo que “ustedes me han llamado a llevar la cruz y a ser bendecido”, además de pedir su ayuda para difundir la fe católica.
Ataviado con vestimentas blancas, León procesionó hacia la capilla Sixtina y bendijo a los cardenales mientras se acercaba al altar y al fresco de “El juicio final” de Miguel Ángel detrás de él. Pronunció las oraciones iniciales y los himnos en latín, y varias mujeres leyeron las primeras lecturas de las Escrituras.
En su primera homilía como Sumo Pontífice recordó la papa Francisco y llamó a «dar testimonio de fe». Además recalcó que «la iglesia debe ser un faro en el mundo».
«Este es el mundo que se nos ha confiado, en el que, como tantas veces nos ha enseñado el Papa Francisco, estamos llamados a dar testimonio de nuestra fe gozosa en Jesús Salvador», señaló el León XIV en su primera homilía en la misa Pro Ecclesia en la Capilla Sixtina. Y completó que es fundamental repetir: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo» (Mt 16,16). Es fundamental hacerlo, ante todo, en nuestra relación personal con Él, en el compromiso de un camino diario de conversión. Pero también, como Iglesia, viviendo juntos nuestra pertenencia al Señor y llevando la Buena Nueva a todos», subrayó.
Una parte emotiva de su primer acto como líder de la Iglesia Católica fue el recuerdo sobre su antecesor, Francisco, a quién citó en distintos pasajes de la misa: «Este es el mundo que se nos ha confiado, en el que, como tantas veces nos ha enseñado el Papa Francisco, estamos llamados a dar testimonio de nuestra fe gozosa en Jesús Salvador».