En declaraciones a Buenas Tardes País, programa de radio Sudamericana, la vicepresidente del Bice y dirigente del Frente Renovador, Carla Pitiot ratificó que el Gobierno nacional espera inaugurar la reversión del Gasoducto Norte en 2024 «este quién esté al mando».
«La licitación es de una importancia enorme, porque lo que implica la licitación de la reversión del Gasoducto del Norte es claro: reemplazar importaciones de Bolivia con el gas de Vaca Muerta», subrayó, y agregó: «Esto va a demandar una inversión enorme, pero es una inversión para cambiar la matriz productiva de nuestro país y la matriz de exportaciones».
Se trata de cambiar «el panorama absolutamente» para las industrias y para las Pymes, y «pasar de una dependencia de importación a autoabastecernos y a generar exportaciones», remarcó.
«Todo eso, es ofrecerle al mundo lo que la Argentina está teniendo y también hablar en la realidad de cómo hacer esta transición energética, de la que todo el mundo habla y que muchos, muy pocos, explican que, es decir, no podemos pasar a lo eléctrico directamente cuando nosotros tenemos Vaca Muerta en la Argentina, nosotros tenemos gas, y el gas se puede cambiar de manera transicional», reflexionó.
FINANCIAMIENTO MIXTO
La Vicepresidente del Bice, por otra parte, indicó que para avanzar en esa dirección, será necesario «hacer una estructuración de créditos».
En total, «es una inversión de 710 mil millones de dólares», indicó, y sintetizó: «Posiblemente se invitará a la inversión privada, pero la realidad es que a medida que se van dando las etapas, se van cumpliendo también con aportes».
GAS PARA EL
NORTE GRANDE
Aunque aún no llegará a Corrientes, la obra permitiría llevar el gas de Vaca Muerta a la región Centro y Norte del país a un costo en pesos que resulta hasta cuatro veces menor que el que se importa actualmente desde Bolivia.
También permitirá la conexión de hogares de esas siete provincias a las redes de gas natural y el desarrollo a escala de nuevas actividades industriales, especialmente la minería de litio.
Toda la reversión del Gasoducto Norte generará 3.000 puestos de trabajo directos y 12.000 indirectos, y se estima que una vez concluida la obra, habrá un ahorro anual de 1.960 millones de dólares para el Estado; una baja en el costo de generación eléctrica y del gas natural para las industrias del Norte argentino; y exportaciones hacia el Norte de Chile, al Centro de Brasil y a Bolivia.
En concreto, la reversión significará una inversión de 710 millones de dólares por parte del Gobierno, de los cuales 540 millones de dólares provienen de un crédito del Banco de Desarrollo para América Latina y el Caribe (CAF), y el gasoducto estará en funcionamiento antes del invierno de 2024.
El proceso está conformado por tres estructuras diferentes, que son complementarias a la etapa 2 del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (Gpnk). La primera de ellas es la construcción de un gasoducto entre las localidades de Tío Pujio y La Carlota en Córdoba, en cercanías de Villa María, que consiste en 122 kilómetros con caños de 36 pulgadas. Las otras dos son ampliaciones sobre el Gasoducto Norte, de 62 kilómetros y con caños de 30 pulgadas.
Además, se realizará la reversión del sentido de inyección de gas en cuatro plantas compresoras existentes en Ferreyra y Dean Funes (Córdoba), Lavalle (Santiago del Estero) y Lumbreras (Salta).
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