El hospital Escuela recibió una distinción que «habla mucho de la solidaridad del correntino», dijo su director, Salvador González Nadal. El centro de salud fue reconocido como el centro de salud número uno del país en procuración de órganos.
El reconocimiento lo dio el Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai), por ser el hospital que más órganos donó este año. Una distinción relacionada con que Corrientes es la primera provincia del país en donación. «Este es el resultado del trabajo que hace el equipo que funciona dentro y fuera de la institución», comentó González Nadal.
«Es por esto que agradecemos a todo el equipo que trabaja en torno al operativo. Desde los inspectores de tránsito que hacen el cordón sanitario, los que manejan los aviones, los que procuran los órganos, los que trasladan, los que acompañan a la familia. Principalmente, al equipo del doctor Héctor Álvarez, director del Centro Único Coordinador de Ablaciones e Implantes de la Provincia de Corrientes (Cucaicor), agregó.
Según explicó a EL LIBERTADOR, el hospital recibe muchos accidentados, traumatizados y con accidente cerebro vascular, es decir, personas que son propicias para ser donantes. «En este sentido, la Ley Justina modificó mucho todo lo relativo a la donación, ya que entiende que cualquier persona es donante, a menos que haya expresado no desear serlo (ver recuadro). Pero el Incucai Corrientes trabaja con la aceptación familiar. Si la familia no quiere, se tiene que parar con el proceso. Por eso, este es un reconocimiento a la solidaridad. Porque a pesar del momento de dolor, deciden ayudar a otros», completó.
En este punto volvió a destacar el trabajo en equipo. «Para que se lleve a cabo una ablación hay que realizar una serie de procedimientos, por ejemplo, exámenes para verificar si no hay infecciones, mantenerlos después de la muerte cerebral, etcétera. Y, especialmente, darles una noticia tan triste a los familiares», enumeró y recordó que, en cada uno de esos momentos, hay profesionales que trabajan de manera incansable.
Por último, González Nadal insistió en un punto: «El acompañamiento de los familiares es sumamente importante para que este proceso sea humano, transparente y sea beneficioso tanto para quien recibe el órgano como para quien lo entrega. Habla mucho de la solidaridad del correntino».
Una ley para salvar vidas
La Ley Justina o Ley de trasplante de órganos, tejidos y células (N° 27.447) regula las actividades relacionadas con la obtención y utilización de órganos, tejidos y células de origen humano en Argentina.
A partir de esta ley todas las personas mayores de edad son donantes de órganos, salvo que hubieran expresado su voluntad contraria.
El nombre, es en homenaje a Justina Lo Cane, una niña de doce años que murió esperando un trasplante de corazón. La pequeña aguardó la intervención por cuatro meses y estuvo internada en la Fundación Favaloro, pero el órgano no llegó y su estado de salud se fue debilitando.
El doctor González Nadal, mencionó que, si bien, esta normativa ayudó a mejorar la procuración de órganos en todo el país, en Corrientes, siempre quedó manifiesta la solidaridad de las familias de los donantes. De hecho, la provincia se mantiene primera en el ránking nacional de donación, por la cantidad de intervenciones que se realizan anualmente.
«En medio del dolor, quieren que su ser querido siga viviendo en otra persona y eso es admirable», cerró.
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