Semanas atrás, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) comenzó con el pase de ciertos medicamentos que antes se comercializaban bajo receta médica a venta libre.
Por esta medida, debido a su nueva recategorización, varios fármacos ya no cuentan con los descuentos de obras sociales y prepagas. Incluso, en su última incorporación abarcaron a los protectores gástricos.
Desde el sector de las pequeñas y medianas farmacias, se manifestó acerca de los cambios que acarrea la nueva disposición. «Ahora, lamentablemente todos los productos prazoles, a los que se le llama por ser parte de «una familia» en donde tenés omeprazol y lansoprazol, pasaron directamente a venta libre», relató el referente del Colegio Farmacéutico de Corrientes (Cofarco), Ricardo Guillermo Peris, en diálogo con EL LIBERTADOR.
A lo que agregó: «Prácticamente estamos hablando de un producto que sale arriba de entre 24 mil o 25 mil pesos, donde hoy en día no tiene más descuentos».
EFECTO NEGATIVO
En este sentido, se mostró preocupado ante la situación donde los productos que tenían la cobertura social pasaron a venta libre, y «les genera un daño» para el bolsillo de muchos jubilados.
«Las moléculas que le sacaron del cien por cien, prácticamente el jubilado no está llevando porque tiene que pagar un porcentaje», contó.
En modo de ejemplo, explicó que «un ibuprofeno o un paracetamol que le cubría el cien por cien, hoy tiene un descuento del 40 por ciento. Si valía cinco mil pesos, antes llevaba gratis, y ahora tiene que pagar el 60 por ciento».
Respecto al Pami, Peris también se refirió que antes brindaba una cobertura de seis medicamentos por mes con historia clínica, la cual se redujo actualmente a cinco medicamentos. «Ponele que, de las cinco, cuatro vayan con el cien por ciento, y el quinto tiene que pagar, prácticamente no lo lleva, y no completa el tratamiento médico», expresó.
Laboratorios apuntan a la venta de blíster
«Hay laboratorios ‘equis’ que realmente al ver esto, empezaron a sacar sus medicamentos en blisteras», expuso el referente del Colegio Farmacéutico de Corrientes (Cofarco), Ricardo Guillermo Peris.
«Vos concurrís a una farmacia y preguntás por un omeprazol donde hay diferentes marcas, tenés Ulcozol de laboratorio de Bagó, Lanzopral de laboratorio Roemmers, que antes tenía descuentos por Pami e Ioscor, cualquier prepaga, y hoy te vas a encontrar que te dan un precio que es sin descuento», enfatizó.
No obstante, contó que varios laboratorios empezaron a sacar los medicamentos en blistera: «Siempre hay un plan B en el rubro, igual que el diclofenac que vos comprabas, que hay como siete marcas, donde todos vienen en caja con prospecto, donde tenías un descuento de la seguridad social, ahora hay laboratorios que están largando en caja de 100, para que uno lo venda en blíster. Si hoy estás consiguiendo un diclofenac 75, o de 50 miligramos con algún miorrelajante en dos mil pesos, ese es el plan B».
El referente puso en relieve la situación de los jubilados, y les solicitó que «cuando concurran a una farmacia, pregunten por el farmacéutico y si realmente su marca aumentó considerablemente, o si su marca o la droga dejó de tener el cien por ciento, siempre hay alternativas de sustitución».
Baja en prescripciones
A raíz del bajo nivel adquisitivo, y de los elevados costos, el Colegio Farmacéutico observó una baja en las prescripciones médicas. «Estamos comparando mes a mes, la cantidad de prescripciones que se facturan de todas las recetas que tenemos el contrato, ha bajado considerablemente entre 30 o 50 mil recetas», advirtió Peris. En este sentido, relató que «la lectura es que la gente no va al médico o realmente no consume. El remedio es un bien social que tiene que estar al alcance de todos, y no creo que uno venga a comprar por comprar, si compra es por necesidad».
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