Con motivo de haberse conmemorado el domingo, 5 de junio, el Día Mundial del Medio Ambiente que este año tuvo por tema Una sola Tierra, otro reconocido ambientalista correntino y fundador de Correntinos contra el Cambio Climático hizo llegar a EL LIBERTADOR sus consideraciones por el acontecimiento, al igual como en la edición de ayer lo hizo otro ambientalista reconocido, Luis Martínez.
A continuación, las afirmaciones de Nicolás Duarte:
Parece obvio pero no lo es, todo lo hecho hasta el momento en materia ambiental en el mundo, fracasó. Y eso no quiere decir que hayamos hecho todo mal, o que no se esté avanzando. Al contrario quiere decir que aquellos esfuerzos que hacemos desde las individualidades y desde incluso los grandes organismos internacionales, no han alcanzado hasta el día de hoy para revertir la situación.
El calentamiento global avanza y los números son claros.
UN ALERTA
CONTUNDENTE
La propia Secretaría de la ONU alertó de manera contundente hace pocos días que de no revertirse la matriz productiva y de no cumplirse los objetivos asumidos por los grandes gobiernos (principalmente del Norte global que más contaminan), en el año 2030, o sea dentro de 8 años, vamos a sufrir en la tierra, un desastre y medio ambiental por día. ¿Qué son los desastres ambientales? Mayores sequías, inundaciones, incendios, que sobre todo impactarán de manera más profunda en los sectores más vulnerados, niños, mujeres, y poblaciones de países en vías de desarrollo.
REPERCUTE
EN TODO
A mi entender, el gran desafío de cara al futuro y en el marco de un día que nos debe a todos invitar a la reflexión, es comprender como sociedad de que cuando hablamos de una cuestión ambiental o problemática ambiental en el general, no estamos hablando solamente de los árboles, de nuestra naturaleza y de estrictamente ella. Estamos hablando justamente de que si no avanzamos como sociedad en un camino para protegerla y dar esa batalla, ninguna otra batalla va a valer la pena. Esto se da porque la agenda ambiental debe ser atendida desde la transversalidad que amerita, porque está demostrado que sus impactos sociales, económicos, productivos, y políticos cada vez son más recurrentes y más crudos.
Y cuando digo que a las problemáticas ambientales no sólo debemos relacionarlas estrictamente a la naturaleza, me refiero a las consecuencias que conlleva no darle la importancia que amerita tal problema global.
Un desastre ambiental, cualquiera fuera su magnitud o su característica, acarrea siempre problemas sociales, económicos y políticos. Básicamente acarrea la vulneración de muchos derechos como el de simplemente vivir en un ambiente sano.
Por ejemplo, una gran inundación. En este caso pareciera que sólo es una cuestión «natural» a la que debemos enfrentarnos y que «no hay nada que hacer ante la fuerza de la naturaleza» y la realidad es que todo lo contrario, hay y mucho (Políticas de adaptación al Cambio Climático). Pero volviendo al eje de cómo una inundación afecta a otras esferas que traspasan a la ambiental, es relevante tener presente de que ante estos hechos hay familias, principalmente las más vulnerables y de pocos recursos que deben dejar sus viviendas, trasladarse a otros lugares, que pierden parte de sus pertenencias, su viviendas se ven afectadas, sus electrodomésticos, y luego les conlleva años nuevamente de esfuerzo para recuperar parte de lo perdido ¿a causa de qué?, de algo ambiental.
Lo mismo ocurre con los sectores productivos.
Una inundación, como también una grave sequía, va a generar grandes complicaciones económicas que serán difíciles de afrontar. Tal es el caso de nuestra provincia, que en relación a la sequía hoy se habla de la posibilidad de que tengamos que importar yerba, algo que hasta hace unos años parecía imposible de pensar. ¿Se imaginan un contexto en el que las sequías, las inundaciones y otras catástrofes ambientales empiecen a ser cada vez más recurrentes?
Entonces me pregunto, ¿qué más hace falta para que, de verdad, aquellos compromisos de los grandes líderes mundiales se hagan efectivos? ¿Qué los frena a ponerse al frente del mayor desafío que tenemos hoy como humanidad?
MOVILIZADOS
Este contexto pareciera desalentador y hasta catastrófico, que en parte quizás lo es, pero hay una realidad, tan notoria como lo es el problema en sí: que hoy hay una sociedad preocupada y movilizada.
Una parte de la sociedad va tomando conciencia y a su vez va no solo generando cambios de hábitos individuales y colectivos, sino que además van surgiendo diferentes movimientos sociales juveniles que exponen su enojo y su preocupación por el tema.
El desafío claro está en que no solo estos reclamos se generen y se multipliquen, sino que por sobre todo sean escuchados y plasmados en acciones que hagan a la protección de nuestro planeta, sino también a protegernos a nosotros mismos.
El cambio climático es el gran problema global a resolver, que necesita de la unidad de las naciones para avanzar en cambios radicales, urgentes para evitar que siga avanzando antes de que sea verdaderamente tarde y lleguemos al punto de no retorno.
Nicolás Duarte
Activista ambiental
Fundador de Correntinoscontra el Cambio Climático.
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