La siesta de este viernes 7 se vio «sacudida», más en la zona de la Costanera capitalina, por el hecho protagonizado por el buque ARA King, de la Armada Argentina. Impactó contra el muelle del puerto, ante la atónita mirada de la gente que se encontraba de sobremesa en uno de los restó que funcionan en el lugar.
La nave embistió la estructura recientemente reparada de la dársena que linda con la avenida Vera, entre calle La Rioja y Salta. Y, si bien lo acontecido no acarreó heridos (ni en la tripulación, ni en tierra) así como tampoco conllevó un daño relevante a la estructura de amarre, llamó la atención la presencia de semejante navío militar.
Es que todo ocurrió en el día en el que el canciller, Santiago Cafiero concretó una visita a Corrientes en medio de la denuncia de Gustavo Valdés por el accionar de la Prefectura del Paraguay en territorio argentino el pasado domingo 25 de junio (ver página 3).
Resulta oportuno recordar que los prefectos del vecino país abordaron una lancha con pescadores correntinos en aguas argentinas, en la zona conocida como Punta Ñaró, de Ituzaingó. Esto reveló la constante confrontación de los habitantes de la zona, así como turistas con las fuerzas armadas del Paraguay, que no reconocen los tratados limítrofes.
DOS VERSIONES
SOBRE LA
PRESENCIA NAVAL
Durante la jornada de este viernes, se dieron algunas versiones recolectadas por este medio respecto al motivo por el cual semejante embarcación armada hizo su aparición en la costa correntina.
Una, desde Prefectura (Corrientes), que en la tarde de ayer sólo atinaron a señalar a EL LIBERTADOR que la presencia naval no tuvo relación con el conflicto de frontera suscitado en las aguas del Norte provincial. «Según información recientemente dada a este destacamento, los buques se encuentran en campaña sanitaria en el Chaco», referenció una fuente consultada.
Por otra parte, hubo otro trascendido que este medio pudo tomar en el lugar de los hechos. Uno de los responsables del ARA King, manifestó que el amarre en el puerto de la Capital derivó de una incursión enmarcada en un «refuerzo de control fluvial», arribado del Interior correntino, sin especificar de dónde.
Y, si bien pidió la reserva de su cargo y nombre, no tuvo problemas en detallar lo ocurrido.
Un hecho que, sin querer, evidenció el despliegue -necesario- de las fuerzas ante una polémica ya histórica por estas latitudes con el hermano país guaraní.
¿Qué pasó
en el puerto?
El Patrullero ARA «King» (P-21) debió amarrar de urgencia este viernes en el muelle del puerto de la Ciudad de Corrientes. «Están todos bien, conmovidos por lo sucedido, pero muy bien», señaló a EL LIBERTADOR un oficial de la fuerza naval en el lugar del hecho.
Además, describió que, para evitar un impacto de lleno de proa a estribor, la sala de control coordinó con la tripulación en la cubierta movimientos en zigzag a la par del movimiento de las aguas del Paraná.
Antes de llegar a la zona de amarre, la embarcación debió sortear el paso de dos lanchas y dos barcazas gastronómicas apostadas en la zona de descenso, una de las cuales sufrió roturas en una de sus estructuras de seguridad.
«Se rompió parte de la baranda, pero prometieron repararla pronto», indicó, por su parte, a EL LIBERTADOR el propietario de la barcaza El Flotante, Roberto Villalba.
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