Cada vez es más frecuente ver personas sin barbijos, o que los tienen mal colocados en las calles de la ciudad. Esto se notó aún más durante los últimos días con las altas temperaturas que azotaron toda la región. Sin embargo, que el calor se haga presente no es un justificativo para obviar las medidas de prevención contra el Covid-19. La pandemia no se detiene y las nuevas variantes son una amenaza permanente. Es ahí donde este elemento, el lavado de manos, el distanciamiento y la vacunación se vuelven vitales.
«Ahora la gente tiene una tendencia a pensar que, porque se inició la campaña de vacunación, uno puede dejar de usar barbijos, pero lo cierto es que no. Nosotros estamos muy lejos de ese punto», dijo a EL LIBERTADOR la doctora María Fernanda Monzón, consultada al respecto.
La profesional, que además es Directora del Saps Santiago Lorenzo del barrio Nuevo, explicó que no se trata de una cuestión local e hizo una comparación con lo que ocurre en otras partes del mundo. «Hay países que, con altísimas tasas de vacunación, ya habían levantado las restricciones sobre el uso de barbijos en público y ahora volvieron. El ejemplo más claro es Israel», mencionó.
«La estrategia integral que está en marcha en el mundo entero para hacerle frente a este virus está conformada por la vacunación, por supuesto, y por todas las medidas sanitarias que conocemos hace más de un año y medio», indicó. Y sobre el uso de las mascarillas remarcó: «El barbijo es uno de los pilares de la prevención del Covid-19».
En cuanto a la vacunación, refirió que, si bien se lleva adelante con celeridad, todavía es pronto para pensar en ir suspendiendo medidas. «Las tasas de vacunación que estamos teniendo en la provincia y el país, no permiten siquiera evaluar la posibilidad de suspender el uso de mascarilla. Y más cuando se sabe que las acciones de prevención son eficaces para todas las variantes.
Por último, la doctora Monzón volvió a hacer un llamado de atención a la población en general. «Los días están lindos, y puede que por eso la gente tienda a creer que todo esto ya pasó. Pero lo cierto es que esto sigue. No hay que aflojar ahora con el uso del barbijo. Y debe ser un uso correcto que cubra nariz, boca y mentón», completó.
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